En el mes de diciembre de 2007 el euribor estaba en el 4%. Hoy, en el menos 0,34 (sí, -0,34).
En la crisis de 2008 se dice que Mario Draghi nos salvó gracisa al océano de liquidez que contribuyó a crear, con un pecio oficial del dinero en cero y echando agua al océano de liquidez en l que vive el mundo desde la desaparición del patrón-oro, un 15 de agosto de 1971.
Ahora bien, ¿cómo va a salvarnos ahora Mario Draghi? Con tipos negativos ya no le queda margen para bajar. Del suelo no se baja, salvo perforando el subsuelo.
Vivimos el desastre de los tipos negativos y del océano de liquidez. ¿Mario Draghi volverá a salvarnos? ¡Cómo si le quedara margen!
Además, de nada vale potenciar el crédito si las empresas no venden. Ahora mismo, las empresas están aprovechando la facilidad de crédito a recomprar acciones a bajo precio, más que a invertir.
Sí, estamos en crisis, porque las empresas no venden y porque la pequeña economía, la más rentable y la más justa, está en desuso.
Los monetaristas, por ejemplo el número dos de Mario Draghi, el español Luis de Guindos, aseguran que es el momento de la política fiscal, porque la monetaria no da para más. Esto último no lo dicen, sólo lo piensan.
Ahora bien, el PSOE de Pedro Sánchez. mecido en su demagogia habitual, interpreta que esa necesaria política fiscal a la que alude el Banco Central Europeo (BCE) consiste en subir impuestos, cuando el BCE y Guindos hablan de bajarlos. Lo que traducido: que el programa político del PSOE es una barbaridad.
Si Pedro Sánchez niega la crisis es porque hay elecciones en menos de un mes
Además lo que le preocupa a Iván Redondo el estratega del Gobierno, no es la crisis sino que el sentimiento de crisis llegue antes del 10 de noviembre. Y está llegando.
De hecho, entre la clase empresarial hay dos opiniones: la de quienes piensan que ya estamos en crisis pero que será más llevadera que la de 2007 y los que piensan que será igual de llevadera y con menos margen de actuación porque el precio del dinero no puede bajar más. Pero que estamos en crisis es algo comúnmente aceptado entre lo que Felipe González llamaba “opinión publicada”.
La solución es volver a la propiedad privada, lo que conlleva, aunque no sólo eso, reducir impuestos. El partido político que vaya por ese lado puede dar en la diana electoral, al menos en la del voto inteligente.
Que yo sepa, y a la espera de que se aprueben los programas económicos, que yo sepa, por ese camino, entre los cinco grandes, sólo va Vox.