Siemens Energy ha ganado 130 millones de euros en su primer semestre fiscal (octubre a marzo), lo que supone decir adiós a las pérdidas de hace un año (-337 millones). Una buena noticia que no supondrá dar marcha atrás en el ajuste anunciado: mantiene la supresión de 7.800 empleos hasta 2025… y España no se librará, aunque lleva algo de ventaja.
Esta compañía dedicada a energía se escindió del gigante industrial alemán Siemens hace un año, debutó en bolsa el pasado septiembre y es dueño del 67% de Siemens Gamesa (que ya ha llevado a cabo despidos y el cierre de tres plantas -Aoiz, Somozas y Cuenca- en España, y que ha perdido 54 millones en su primer semestre fiscal). Su beneficio operativo también ha mejorado: se ha situado en 272 millones, frente al negativo de 255 millones de hace un año.
Bruch, satisfecho con “los resultados sólidos del segundo trimestre”, cree que van por buen camino para lograr los objetivos de su año fiscal, pese al entorno desafiante
La facturación de Siemens Energy ha sido de 13.024 millones (-1%) por el efecto negativo de los tipos de cambio y los menores ingresos de la división de Gas y Electricidad (-6,4%, a 8.451 millones), mientras los de Siemens Gamesa han subido (+10,1%, a 4.631 millones). Por su parte, la entrada de pedidos ha mejorado un 2% en el primer semestre fiscal, hasta 17.951 millones, por el gran segundo trimestre fiscal (enero a marzo), cuando subieron un 39%, a 10.520 millones, gracias a Siemens Gamesa (+149,7%, a 5.500 millones, por tres grandes pedidos en Reino Unido, Países Bajos y Francia), mientras los de Gas y Electricidad bajaron. Además, este miércoles, se ha conocido que Siemens Gamesa ha sido elegido proveedor preferente para el complejo eólico marino Hai Long en Taiwán, que cuenta con una capacidad de 1.044 megavatios (MW).
Las provisiones para pensiones y obligaciones similares han bajado desde los 1.026 millones de finales de diciembre a 906 millones, por tasas de descuento más elevadas. El presidente y CEO de Siemens Energy, Christian Bruch, se ha mostrado satisfecho con “los resultados sólidos del segundo trimestre” y considera que van por buen camino para lograr los objetivos de su año fiscal (que concluirá al cierre de septiembre), pese al entorno desafiante: la compañía prevé una fuerte subida del beneficio neto y que los ingresos crezcan entre un 3% y un 8%.