Siemens Gamesa pasa página: ha cerrado en septiembre su primer ejercicio fiscal tras la fusión, en abril de 2017, con un beneficio de 70 millones y una nueva estructura, fulminada su presidenta-ceo, Rosa García, a quien sustituye Miguel Ángel López Borrego, y nuevo director financiero, David Mesonero, yerno de Galán (Iberdrola).
Los resultados (en el documento adjunto) han gustado a la bolsa, sobre todo, porque garantiza la intención de destinar un 25% del beneficio a dividendos, y los títulos se disparan en torno al 13%, por encima de los 11 euros, la cota que perdió en septiembre. Es un respiro, por tanto, aunque el grupo cotizaba en 22 euros cuando comenzó a rodar la fusión.
Las ventas caen un 17%, con mejores perspectivas en el negocio de aerogeneradores en tierra que en eólica marina
Hay de todo en el balance del periodo: ha encajado unos costes de integración y reestructuración de 693 millones, mientras las ventas han caído un 17%, hasta 9.122 millones. El margen sobre el resultado neto operativo queda en el 7,6%. No obstante, es optimista para el próximo ejercicio, razón que anima también el valor en bolsa. Eleva la facturación, en concreto, entre un 9,5 y el 20%, una horquilla amplia de entre 10.000 y 11.000 millones.
Con relación al margen, es más prudente (entre 7% y 8,5%), debido al descenso de los precios en el negocio de aerogeneradores en tierra (onshore) el que mejor le funciona ahora, y a la debilidad económica de los países emergentes. Mientras los pedidos onshore ha aumentado un 43% (5.102 millones), en el negocio de aerogeneradores marinos (offshore) cae un 4,5% (6.918).
El grupo eólico, en paralelo, mejora la posición de caja a 615 millones, con una cartera de pedidos de 22.801 millones (+10%). Esa cartera le permite cubrir el 80% de las ventas prevista para el nuevo ejercicio.
Los cambios en la estructura se completan con el nombramiento de Christoph Wollny como director general de operaciones (COO), hasta ahora director general de Compras en Siemens Power & G.