Asoma el nuevo curso político y oigo hablar mucho de valores. Y creo que no se refieren a valores bursátiles.
Todas las fuerzas políticas españolas hablan de valores, pero en esta ocasión me centraré en la derecha: PP, Ciudadanos y Vox, que podría llegar al Parlamento en la próxima cita electoral. Es decir, los partidos a los que Podemos, y también parte del PSOE, califican como ultraderechistas o directamente fascistas.
¿Vox, Cs y PP pueden convertirse en partidos fascistas? Desde luego no lo son, pero podrían. Pero no por la vía que sospecha el gran ideólogo Pablo Echenique, sino por el abandono de Cristo.
Los famosos valores del PP o de Ciudadanos son principios cristianos… o no son nada
Repasemos: fascismo no es más que la deificación de la nación o de la patria. Y España es algo formidable, pero no es Dios. Cuando la derecha prescinde de Cristo y eleva al altar del ídolo a su nación, por muy noble que sea su historia, cae en el fascismo. Sí, la derecha separatista catalana también tiende al fascismo, aunque en este caso con un añadido aún más peligroso: la Iglesia nacional y regalista que pretende Puigdemont y compañía: un bodrio.
La derecha occidental tiene su raíz en el cristianismo, y todo lo que sea alejarse de él, de mal procede y a mal conduce
Pero no sólo Puigdemont puede dejarse arrastrar (ese lo hace con mucho gusto) hacia el fascismo. También Albert Rivera, Santiago Abascal o Pablo Casado. Se trata simplemente de sustituir a Jesucristo por la patria, sea en la línea que quieran: unidad de esa patria, igualdad de derechos civiles o posicionamiento respecto al exterior.
La derecha occidental tiene su raíz en el cristianismo, así que todo lo que sea alejarse de él, de mal procede y a mal conduce.
Por lo demás, todo está en orden… creo.