Da comienzo la sesión de investidura de Isabel Díaz Ayuso, la candidata popular a presidir la comunidad de Madrid. A no ser que haya sorpresas, la candidata será investida gracias al apoyo de Ciudadanos, con quien gobernará, y de Vox, que pasará a la oposición una vez Ayuso sea presidenta.
La popular empieza su discurso sin fuerza, con frases que decían poco o nada: "Un programa electoral es un contrato con el ciudadano", "Madrid es una de las regiones de Europa con más progreso social", etc... Al rato, enumera los retos a los que hará frente en la próxima legislatura y la situación cambia. No obstante, destacan dos aspectos de su intervención: algunos de los guiños a Vox -como puede ser en materia de libertad de educación- y las promesas de corte progresista, de acuerdo con lo políticamente correcto, como la lucha del colectivo LGTBI.
Respecto al primero, afirma Ayuso que "la educación en libertad será una prioridad" (sin haberlo preparado, le ha salido un pareado), por lo que los colegios deberán publicar los programas anuales "con anterioridad al proceso de inscripción", para que los padres tengan conocimiento de las materias que se imparten. Asimismo, anuncia que se crearán más plazas para la educación infantil y que trabajará por "dignificar" la formación profesional dual, aunque del cheque escolar no habla.
Íñigo Errejón lamenta que en el discurso de Ayuso "no se han encontrado medidas concretas de los madrileños concretos"
"Vamos a combatir la violencia contra niños y mayores, y el discurso del odio, en todas sus formas: como el antisemitismo, contra las personas por su orientación o identidad sexual y la xenofobia", declara Ayuso, que no tarde en hacer guiños a otras formaciones para ganarse su apoyo: "Lucharemos contra la discriminación y la violencia que sufre el colectivo LGTBI". En definitiva, el pacto madrileño ha seguido el ejemplo murciano: Vox cede en materia LGTBI para que se tengan en cuenta otras medias, como el cheque escolar, del que luego los populares ni hablan.
Desde la oposición, Íñigo Errejón califica la intervención como un "discurso de ganado": "No se han encontrado medidas concretas de los madrileños concretos", protestaba. Por su parte, José Manuel Rodríguez Uribes, portavoz adjunto del PSOE en la Asamblea de Madrid, comenta que ha sido "aburrido", "sin entusiasmo alguno". Mientras, Rocío Monasterio insiste en esperar a la mañana del miércoles para juzgar si tanto PP como Ciudadanos están dispuestos a cumplir lo pactado con su partido.
Y es que el 14 de agosto, los candidatos de otros partidos que lo deseen, intervendrán esa mañana durante el turno de réplicas. Asimismo, tendrá lugar la votación, en la que necesitaría superar la mayoría absoluta para proclamarse presidenta. De no ser así, se procederá a una segunda consulta en la que le bastará con alcanzar la mayoría simple, es decir, más síes que noes.