- El régimen sirio recupera a los yihadistas ciudades clave tras la ofensiva de Rusia.
- A la vez, EEUU dejó caer desde el aire toneladas de municiones para dar apoyo a los grupos que luchan contra la organización yihadista.
- En lo que discrepan ambos es en dejar o no en el poder a Bashar al Assad.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos informó que los aviones rusos lanzaron al menos 20 bombardeos sobre la zona. Según sus portavoces fueron "los combates más intensos desde que comenzó la campaña aérea rusa", el pasado 30 de septiembre. Desde
Moscú, el gobierno ruso comunicó que su fuerza aérea alcanzó 53 blancos del Estado Islámico en las provincias de Hama, Homs, Latakia e Idleb en 24 horas.
Gracias a esa ayuda, tropas sirias recuperaron ciudades clave al
Estado Islámico, informan
agencias.
Según informó ayer
Damasco, tras una treintena de ataques de cazas rusos, la estratégica localidad de
Kafer Nabuda, en la frontera entre las provincias de Hama e Idlib, fue recuperada por tropas del Ejército sirio y combatientes de la milicia libanesa chií
Hezbolá.
En la misma jornada,
EEUU dejó caer desde el aire toneladas de municiones para dar apoyo a los grupos que luchan contra la organización yihadista pero también contra el gobierno de Damasco.
Es decir:
EEUU y Rusia tienen el enemigo común del Estado Islámico pero son incapaces de ponerse de acuerdo sobre la figura del actual presidente sirio,
Bashar al Assad. ¿Por qué? ¿Qué intereses hay detrás?
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com