- La presidenta del embotellador español del famoso refresco también será la máxima dirigente de la 'megaembotelladora' europea.
- Su historia con la marca de Atlanta va de menos a más: de Cobega a Coca-Cola Iberian Partners y ahora, a Coca-Cola European Partners.
- Pero su poder ha crecido a costa de EREs y cierres de plantas, no sólo en la 'marca de la felicidad'.
- Como Nueva Rumasa entró en concurso de acreedores en marzo de 2011 y casi un año después, Cobega, Damm y un fondo compraron Cacaolat.
- Presentaron un plan industrial, pero al igual que el de Coca-Cola, se ha incumplido: echaron a la mitad de los empleados de la planta de Utebo y más tarde, la cerraron.
- Ahora, la Audiencia Provincial de Zaragoza da la razón a la plantilla y seguirá investigando si hubo estafa procesal, administración desleal y delito en la compra.
Resulta un tanto paradójico el perfil de la poderosa
Sol Daurella (
en la imagen), una empresaria catalana que donde va, más pronto que tarde, surge el conflicto. Así lo demuestran casos como el de
Coca-Cola o
Cacaolat, por ahora.
El primero lo conocemos bastante bien, desgraciadamente, y ha supuesto
una gran burla hacia España, a pesar de ser una de las mejores franquicias internacionales de la famosa marca de refrescos y donde actúa como un monopolio de hecho. Daurella es la máxima responsable de este conflicto que dura ya 28 meses como presidenta del embotellador español Coca-Cola Iberian Partners (
CCIP) que es.
Pero este asunto parece que la importa ya más bien poco. Y es que también será la máxima dirigente de la
'megaembotelladora' europea, Coca-Cola European Partners (
CCEP), que es fruto de la fusión de la norteamericana, la española y la alemana. Estas tres tendrán un 48%, un 34% y un 18% del nuevo gigante y precisamente el 48% de la norteamericana será el que saldrá a bolsa: el próximo martes en Nueva York, Londres y Ámsterdam, y el próximo jueves en Madrid.
Daurella es una mujer muy importante en la sociedad catalana y está casada con Carles Vilarrubí, vicepresidente y responsable del Área Institucional del Barça. Su historia con la multinacional de Atlanta ha ido de menos a más: su familia era la propietaria de
Cobega -embotelladora catalana-, de la que Daurella llegó a estar al frente, pero eso no era suficiente. En el año 2013, las distintas embotelladoras españolas se fusionan y dan lugar a CCIP, que será presidida por Daurella. Y parece que en los últimos meses, España se le ha quedado pequeña, pues a partir de junio será la máxima dirigente de la 'megaembotelladora' europea. Pero el poder de esta empresaria catalana ha crecido a costa de
EREs y
cierres de plantas, ¡ojo! no sólo en la 'marca de la felicidad'.
En marzo de 2011,
Nueva Rumasa, el entramado fundado por José María Ruiz-Mateos y sus hijos- entró en concurso de acreedores en marzo de 2011. Casi un año después,
Cobega, Damm y el fondo Victory Turnaround formalizaron la compra de una de sus empresas, Cacaolat, pasando a ser dueños del 49%, otro 49% y el 2% restante, respectivamente, de la marca de batidos. Desde ese momento, Cacaolat ha estado copresidida por los presidentes de Damm y Cobega, Demetrio Carceller y Sol Daurella.
Presentaron un plan industrial, pero al igual que el de CCIP, se ha incumplido, pues se comprometieron a mantener abiertas todas las instalaciones industriales de producción de Cacaolat y no lo han hecho. En concreto, nos centraremos en la
planta de Utebo (Zaragoza), adquirida en febrero de 2012. Seis meses más tarde, se puso en marcha un ERE que afectó al 50% de la plantilla y en octubre de 2013, la cerraron. Claro que en ese tiempo, trasladaron la producción a la fábrica de Santa Coloma de Gramanet (Barcelona). A la vista de esto, Utebo se asemeja algo a la planta de Coca-Cola situada en Fuenlabrada.
Y como era de esperarse el asunto de la fábrica zaragozana llegó a los tribunales. El juzgado de instrucción número 8 de Zaragoza determinó que no existían pruebas de delito y decretó el sobreseimiento del caso, favoreciendo. Claro que ahora parece que
se ha dado la vuelta a la tortilla, pues la Audiencia Provincial de Zaragoza da la razón a la plantilla y seguirá investigando si hubo estafa procesal, administración desleal y delito en la compra, tal y como ha informado
Crónica Global. Por tanto, Daurella tendrá que acudir de nuevo al juzgado a causa de
Cacaolat y todo ello, con el conflicto de
Coca-Cola aún abierto y a las puertas de ser la jefa de la megaembotelladora europea del famoso refresco.
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com