• Más que a obediencia, huele a pulso… y el presidente la mantuvo en Moncloa.
  • Cospedal, el otro reto de Rajoy, ha preferido la conspiración: o apoyo incondicional de Moncloa a su labor en Génova o se pasa a la oposición.
  • No soporta a su antiguo amigo, Javier Arenas: han sido hombres de Cospedal los que han filtrado que la cuenta de Bárcenas en Suiza tenía otros dos titulares: Cascos y Arenas.
  • Pero ambos pulsos, el de Soraya y el de Cospedal, han tenido éxito: Rajoy terminó su discurso del martes felicitando a Cospedal, a la que venía abroncando.
  • Al final, Rajoy no mueve a nadie hasta las generales, pero exige el final de las divisiones internas: difícil lo tiene.

Ocurrió en las semanas previas al nombramiento de Cristina Cifuentes y Esperanza Aguirre como candidatas del PP a la Comunidad y al Ayuntamiento de Madrid. Rajoy no se fiaba de una Soraya Sáenz de Santamaría (ambos en la imagen junto a Cospedal) encantada de sucederle y el bloque de ministros anti-Soraya quería que la enviara la Alcaldía de Madrid. Rajoy le mandó llamar y le dijo:

-Sales bien en las encuestas como alcaldesa de Madrid. Estoy pensando que te presentes.

Además, claro, le enfatizó que el puesto era muy importante. La respuesta de Soraya fue tan inteligente como equívoca… o puñetera:

-Jefe: yo entré en política por ti y me iré cuando tú me digas.

Con lo cual venía a exponer que si la nominaba para Madrid le estaba diciendo que se fuera de la política. Rajoy decidió mantenerla en Moncloa.

El segundo pulso a Rajoy ha venido de la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal. Hasta el desastre andaluz, Cospedal no recibía apoyo alguno de Rajoy e incluso éste le abroncaba por el caos del partido. Y encima, tenía que aguantar a Javier Arenas, especialista en poner zancadillas a sus próximos. Cospedal y Arenas fueron muy amigos en su momento, pero ahora se llevan a matar. Y así, la secretaria general dio un ultimátum a Rajoy: o apoyo sin fisuras y neutralización de Arenas o su abandono de la Secretaría general.

Eso sí, en el mejor estilo Cospedal, cuando estuvo muy harta de los desplantes de Rajoy se pasó a la oposición: hombres de Cospedal han sido los que han filtrado que en la famosa cuenta de Luis Bárcenas en Suiza hay otras dos firmas además de las del tesorero: Álvarez Cascos y Javier Arenas.

Y ambos pulsos los ha perdido Rajoy. En efecto, no quiere movimientos ni divisiones hasta las generales: Soraya en Moncloa y Cospedal en Génova. Y Arenas que se calle un poquito que tampoco se ha lucido en Andalucía.

Conclusión: el PP como la UCD pero Mariano continúa al frente.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com