• Lo que ocurre es que en todo el caso Bárcenas, fue protegida por los medios informativos.
  • Lo que no ocurrió con Rajoy.
  • Y por el aparato judicial. Lo que sólo ocurrió, en parte, con Rajoy.
  • Más consistente es la opción de García Margallo, pero los planes de Rajoy son otros.
  • Si hay nuevas elecciones intentará ser candidato.
  • Si Sánchez logra la Presidencia, Rajoy se centrará en el partido, como Artur Mas.
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría (en la imagen), aspira a suceder a su jefe de filas, Mariano Rajoy, como candidata del PP a La Moncloa. De hecho, lleva aspirando a ello cuatro años. Ahora bien, no podrá hacerlo porque la sombra de la corrupción, justa o injustamente, planea también sobre ella como sobre Mariano Rajoy, y por el mismo caso: los papeles de Bárcenas. Además, dado el criterio estrecho con el que se aplica ahora las acusaciones de corrupción también ella es responsable de la dimisión de su subsecretario, Federico Ramos de Armas, por el caso Acuamed. El caso es que mientras, en el caso Bárcenas, los medios se ensañaron con Rajoy, Soraya quedó al margen, impoluta, pero todavía hay papeles que, si salen del cajón, pudieran acusarla. Los jueces trataron mejor a Rajoy que los medios, pero a Soraya la trataron tan bien como la prensa. Y probablemente sea injusto, pero no hemos sido en Hispanidad quienes hemos inventado el puritanismo interesado que rige en España acerca, no de la corrupción, sino de las acusaciones de corrupción. Más clara es la opción del responsable de Exteriores, García Margallo, sin duda la mejor cabeza del Gobierno Rajoy, que no ha resultado salpicado por ningún caso. Ahora bien, la opción de Rajoy es muy otra. Doble. Él juega a la repetición de elecciones tras su error de no intentar formar Gobierno, como ya hemos dicho, las fechas incluso para el 19 o 26 de junio. Y si Pedro Sánchez le estropea el plan y consigue formar Gobierno, entonces se retirará como jefe de la oposición y emprenderá el mismo camino que Artur Mas: liderar el partido desde Génova y ser aforado y diputado de base desde la Carrera de San Jerónimo. En ese caso, sí entraría en juego la sucesión, pero Soraya tiene pocas opciones. De hecho, Rajoy jugaría una baza más peligrosa aún que Soraya: la de Cristina Cifuentes. Eulogio López eulogio@hispanidad.com