- Todo depende del juez Ruz y de los grandes empresarios del CEC.
- Y es que ningún caso de corrupción toca directamente al presidente, pero Bárcenas sí.
- Bastaría con que un juez decidiera imputar al presidente del Gobierno para que se viera obligado a dimitir.
- Y el caso es que Moncloa no ha logrado expulsar al juez Ruz de la Audiencia e incluso la izquierda judicial, muy poderosa, le amenaza con otro instructor peor.
- Por otra parte, el Consejo Empresarial de Competitividad (CEC) se muestra unánime: la única que puede sustituir a Rajoy es la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría.
- Sí, el distanciamiento entre Rajoy y Soraya es manifiesto, pero resulta difícil prescindir de ella.
Insisto. A Mariano Rajoy (en la imagen junto a Soraya) sólo le preocupa una cosa: el caso Bárcenas. La razón es muy sencilla: es el caso en que un juez podría imputar al presidente del Gobierno, y según la rigurosa teoría de que todo imputado debe dimitir -y si es reprobado, como Ana Mato, también- Rajoy podría verse obligado a dejar su cargo en pleno año electoral.
Y entonces nos desayunamos con el diario La Razón, el que informa que Ruz, prorrogado hasta marzo y que aún entonces pudiera ser prorrogado, podría ser sustituido por uno de los jueces del ex ministro de Justicia de Zapatero, el muy ideologizado Francisco Caamaño. Hablamos del juez José de la Mata. Vamos algo así como salir del fuego para caer en las brasas.
En el entretanto, las relaciones entre el presidente Rajoy y la vicepresidenta primera, Soraya Sáenz de Santamaría, van de mal en peor. Rajoy ya está convencido de que pretende quitarle el puesto (es un lince este hombre) así que decidió mandarla al Ayuntamiento de Madrid. Pero ahora mismo sabe que resulta poco presentable prescindir de su 'número dos' durante tres años, en vísperas de comicios. Además, Esperanza Aguirre tiene más tirón que Soraya para el Ayuntamiento de Madrid.
Ahora bien, si el caso Bárcenas, y sólo en ese caso, terminara con Rajoy como presidente del Gobierno, los poderosos banqueros y empresarios del Consejo Empresarial para la Competitividad (CEC) consideran que la única alternativa viable es Soraya. Y más, con Podemos en puertas. Por tanto, Soraya todavía no ha perdido su batalla con Rajoy. Su ascenso a la Presidencia depende de Bárcenas y del CEC. Por la vía del aparato del PP lo tiene crudo. Y si Rajoy repite en Moncloa una legislatura más, entonces no lo tendrá crudo, lo tendrá imposible.
Eulogio López