Fue un homicidio cruel, a manos de su padre, con dos víctimas, las más inocentes posibles, sus propias hijas de 1(Anna) y 6 años (Olivia). Estamos totalmente de acuerdo. Este caso se analiza día a día, en los ambientes políticos, en los debates televisivos, y en la sociedad en general. Pocas cosas provocan mayor impacto en las personas que la muerte de menores.

En torno al caso de Tomás Gimeno y sus dos hijas surgen opiniones de periodistas, tertulianos y políticos, muchas de políticos que se acusan unos a otros de utilizar tal tragedia para obtener rédito político. No se asombren, hoy en día todo es posible.

Y a la vez que se comenta una y otra vez el caso de las pequeñas de Tenerife, en Sant Joan Despí (Barcelona) ha muerto a manos -esta vez de su madre- la pequeña Yaiza, de 4 años. De nuevo un homicidio muy doloroso por tener como víctima a una niña pequeña. La madre confiesa que lo hizo para causar daño al padre. Igual que Tomás Gimeno a la madre de sus hijas. Ambos, padre -Tomás- y madre -cuyo nombre no trasciende- de las 3 pequeñas, han utilizado a sus propios hijos como arma para causar el mayor dolor posible en sus exparejas. EL uno archicomentado, el otro, silencio y sordina.

Mientras Beatriz Zimmerman -la madre de Anna y Olivia- agradece el apoyo de la sociedad y pide que la muerte de sus niñas “no sea en vano”. La familia de Yaiza se muestra dolida porque no ha habido "ni un solo gesto público ni privado de solidaridad" de las instituciones. 

Publica Telecinco en su página web que El mismo día en el que Tomás Gimeno copa las portadas y los titulares en España y en medio mundo, otro caso de filicidio ha quedado más oculto, aunque el resultado ha sido también la muerte de una pequeña. 

¿Por qué ha quedado más oculta una muerte que otra? ¿Por quién cometió el crimen? Ya en 2019 ABC publicaba que «los filicidios están cometidos casi en el 70 por ciento por mujeres» y que la criminalidad femenina ronda solo el 10 por ciento, pero se dispara en la familia. Acaso esté relacionado con el hecho de que muchos menores están más tiempo con sus madres. Eso no lo sabemos, pero sí sabemos que tanto el hombre como la mujer son capaces de cometer tales atrocidades. Y a veces, los dos juntos, como en el caso del crimen de Godella, en el que ambos progenitores mataron a golpes a sus hijos porque creían que así se reencarnarían en otros cuerpos. 

En 2018 la web confilegal.com publicaba un artículo sobre los 102 niños asesinados en España en los últimos cinco años 2013 a 2017. Entonces, la publicación analizaba -con datos del Instituto Nacional de Estadística- los perpetradores de estos delitos, pero distinguiendo entre progenitores y otras personas cercanas al niño.

Y desglosaba las cifras por sexo.

De todos los datos extraídos, -señalaba confilegal- podemos indicar a través de los porcentajes, 7 de cada 10 niños asesinados lo son por mujeres, y 3 de cada 10 niños son asesinados, por hombres.

Confilegal añadía que a pesar de estos datos contundentes, desde medios, instituciones y asociaciones de protección de menores, se están ocultando muchos de estos asesinatos, por la sencilla razón que a muchas mujeres se les aplica la excusa de padecer una enfermedad mental. A los hombres, nunca se les aplica, ni por medios ni por instituciones públicas y privadas este tipo de excusa.

En 2021, desde el ministerio de Igualdad, su titular, Irene Montero opina que el brote de violencia y asesinatos machistas actuales se debe al desconfinamiento. Cada uno, a lo suyo...

Y mientras tanto, las vidas de los pequeños son utilizadas para un fin que termina en privarles de seguir viviendo para que sirvan como arma arrojadiza contra las exparejas de sus padres... o madres. En la mayoría de los casos quienes cometen los homicidios de sus propios hijos siguen viviendos, los pequeños ya no.