EEUU vuelve a jugar su papel de ‘negociator’ con la ‘tasa Google’. Ahora ha decidido romper las negociaciones que se estaban dando en el seno de la OCDE para imponer un impuesto mundial a los gigantes digitales con dos argumentos: “han llegado a un punto muerto” y “este es un momento en el que los Gobiernos de todo el mundo deben concentrar su atención en manejar los asuntos económicos resultantes de la Covid-19”.
Así se recoge en una carta que el secretario del Tesoro estadounidense, Steven Mnuchin, según ha informado Financial Times, ha enviado a los ministros de finanzas de España, Francia, Reino Unido e Italia. Y cómo no, el hombre más progre de Donald Trump ha amenazado con represalias si estos países deciden seguir adelante con sus propias tasas: o sea, aranceles. Algo que no es nuevo y por cierto, la ruptura de negociaciones llega días después de una reunión “agradable” entre Trump y el CEO de Facebook, Mark Zuckerberg.
La respuesta de los cuatro mencionados ha sido conjunta: no hay cambios. “Confirmando que queremos una tasación justa de los gigantes digitales en la OCDE lo más rápido posible”, ha señalado el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire, en una entrevista en la emisora France Inter. Además, hay respaldo comunitario: el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, ha explicado en Reuters, que Bruselas “quiere una solución mundial para aplicar el impuesto de sociedades en el siglo XXI” y “si esto resulta imposible este año, hemos sido claros en que presentaremos una nueva propuesta a nivel de la UE”.
Al hilo de la ‘tasa Google’ conviene recordar que sería una mínima parte de todo lo que ganan e ingresan los gigantes digitales. En España, se prevé que podrían recaudar 968 millones de euros y en Francia, 650 millones… una cifra que se estima en 6.000 millones en la UE y en unos 89.100 millones en el seno de la OCDE.