- Desde el acuerdo entre PRISA y la operadora, el balance de la plataforma de TV se ha deteriorado.
- La petición inicial consistiría en reducir nada menos que en 250 millones de euros el precio (de las 750 a 500 millones de euros).
- Eso sí: Telefónica mantiene su compromiso de no buscar un comprador en el caso de que la CNMC se ponga dura.
- Pero no se equivoquen: Santander, HSBC, Caixabank y Telefónica están muy contentos como accionistas de PRISA.
- Todavía no escriben los editoriales pero no pierden la esperanza de hacerlo.
Es lo que pasa cuando vende un activo pero se precisa medio año para saber si las autoridades regulatorias aceptan la operación. En la propia PRISA reconocen a Hispanidad que ha podido darse cierto descuido en la captación y mantenimiento de nuevos usuarios, dado que es un activo nominalmente enajenado. Sólo eso.
Pero en Telefónica no piensan lo mismo. El contrato de venta aporta dos cláusulas cautelares muy importantes. La primera, ya conocida, que si la CNMC lo pusiera muy duro y Telefónica renunciaría a la compra, en un plazo prefijado buscará un comprador. Pero no depende de las partes sino de las condiciones que imponga el regulador.
La segunda cláusula, está desconocida por la 'generalidad', que volverá a valorar el activo en el momento de ejecutar la operación. Ese momento no ha llegado, ciertamente, pero en Telefónica siguen las cuentas de PRISA con esmero. Y resulta que las cuentas de 2014 han sido malas. El Economista las ha analizado con precisión aunque quizás no ha hecho hincapié en las pérdidas contables producidas por la finalización de los créditos fiscales. En cualquier caso, te pongas como te pongas, pasar de 73millones de números rojos a 207 en un año no es como para felicitar al primer ejecutivo, señor Juan Luis Cebrián. Sobre todo en un negocio en el que los derechos de retrasmisión son invariables por lapsos prolongados, mientras que la clientela varía hasta demasiado, cada día.
Por el momento, en Telefónica hablan de que los 750 millones de euros acordados deberían rebajarse a un tercio, hasta los 500 millones de euros. Y a partir de ahí, empezar a hablar. Naturalmente, en Prisa se niegan a negociar nada hasta que no llegue el momento de autor: hasta que no sepamos si Telefónica se queda con el todo o con una parte de los activos de Digital , por imperativo legal (perdón, imperativo regular, del regulador).
Ahora bien, no se equivoquen. Tanto Telefónica como los tres bancos que capitalizaron deuda para salvar a Prisa (no lo habrían hecho con ningún otro cliente, pueden creerlo), es decir, Santander, HSBC y Caixabank, están felices con su pertenencia la matriz del grupo editorial. Vamos, que todavía no escriben los editoriales pero no pierden la esperanza de hacerlo.
Y no, no hablo de los editoriales ideológicos. Ahí Prisa sigue siendo una de las piezas del Nuevo Orden Mundial (NOM) en España: aborto homosexualismo, anticlericalismo, etc. No, hablo de las tendencias económicas y políticas. Vamos, lo que interesa a Santander, HSBC, Caixabank o Telefónica. Hasta el HSBC, el banco tramposo, ha encontrado utilidad a su desastrosa inversión: Prisa no se atreve a destapar sus vergüenzas.
Eulogio López