- El nuevo presidente no necesita ayuda, sino que le dejen en paz y aplicar la estrategia en la que cree.
- Y quizás esté retrasando los cambios demasiado. Al menos, amortiguándolos.
- Cambios que deberían afectar al equipo directivo… y al Consejo de Administración.
- Lapsus freudiano: dos diarios llaman al nuevo presidente el "ceo de Telefónica".
El fallecido, gran banquero y, sin embargo, amigo,
Luis Carrera, que fuera director general de Caixa Ourense y luego de todas las cajas de ahorros de sur de Galicia, estaba un poco cansado de que los viejos del lugar, de su entidad, se entrometieran en su trabajo. Fue entonces cuando su presidente, de cuyo nombre no quiero acordarme, acudió al Banco de España, donde ejercía de subgobernador,
Miguel Martín.
El presidente del Consejo le dijo a Miguel Martín que no se preocupara, porque ellos, los consejeros, "le vamos a ayudar". Al ejecutivo Carreras, claro. A lo que Martín respondió:
-No, no le ayuden, sólo déjenle trabajar.
Nuestro hombre insistía en su buena intención, y el subgobernador, luego presidente de la AEB se cansó.
-¡Déjenle en paz!
O sea lo del chiste de Reagan: las ocho palabras más temibles: "Soy del Gobierno y he venido para ayudarle".
Pues en la
Telefónica de ahora habría que decir lo mismo: ¡Dejad trabajar a
Pallete! ¡Dejadle en paz!
La verdad es que el equipo de próximos del presidente,
José María Álvarez-Pallete, se sintió ligeramente incómodo cuando dos diarios regionales, ediciones electrónicas, se refirieron a él como el consejero delegado de Telefónica. Como dice un próximo a Pallete: ni la prensa sabe que es presidente.
¿Un lapsus? Claro que sí:
lapsus freudiano. Lo cierto es que a alguien se le olvido que Pallete ya no es consejero delegado (Ceo nunca lo fue) sino presidente ejecutivo de Telefónica, en sucesión de
César Alierta, quien ciertamente, he aquí la raíz de todos los males, ha cedido la Presidencia pero se ha quedado como consejero.
Aquellos polvos trajeron estos lodos. Pallete está haciendo ambos en patinete, cuando por él los habría hecho en un fórmula uno.
El miércoles 27,
consejo desaprovechado para los cambios previstos. Sobre todo, la
salida de Sánchez de Lerín como secretario del Consejo y máximo responsable jurídico, el hombre que ha conseguido ser imputado y de paso imputar a Telefónica, por el 'caso Rato'. Digamos Pallete no está muy feliz por el asunto.
A
Luis Blasco ya le ha sustituido sin sustituirle pero el mal ya estaba hecho. Los precios del
fútbol se han disparado… y Pallete se vio obligado a prometerles a los analistas que conseguiría, vía sinergias, rentabilizar la inversión desmesurada de Blasco, amigo personal y protegido de César Alierta.
El jueves 28 resultados. No buenos porque Pallete se ha empeñado en reducir
deuda, que se eleva a 52.000 millones de euros.
Y lo mismo ocurre con los
pactos del anterior presidente.
Por ejemplo, con Slim. O con
Brasil, donde por cierto, la cosa ha remontado para bien, o con la británica
O2 o con el exceso de plantilla no cualificada.
En cualquier caso, no es propio de Pallete el dar puñetazos sobre la mesa. Pero a lo mejor se equivoca. Lo que está claro es que, no Alierta, sino alguno de sus amigos, se han empeñado en "ayudar al nuevo presidente". Y lo que tenían que hacer no es ayudarle, sino dejarle en paz.
Eulogio López
eulogio@hispandiad.com