Millicom International Cellular, propiedad de los Stenbeck, una de las familias más ricas e influyentes de Suecia, propietarios, entre otros, del gigante del comercio electrónico, Zalando, ha roto el acuerdo que tenía con Telefónica para comprarle la filial de Costa Rica por unos 503 millones de euros, según el comunicado remitido este miércoles por la empresa española a la CNMV (ver documento adjunto).
Millicom argumenta que está esperando el visto bueno de las autoridades de Costa Rica, cuando lo cierto es que la operación ya tiene el visto bueno ya cuenta con todas las autorizaciones pertinentes, y la de Costa Rica no es una de ellas. Además, las autoridades costarricenses señalan que ellos no pueden dar el ‘sí’ -o el ‘no’- a una operación que aún no se ha firmado definitivamente.
Lo cierto es que, llegado el momento terrible de pagar, Millicom se ha echado atrás. Demasiadas incógnitas en el horizonte de la economía mundial, provocadas por el coronavirus, como para desembolsar 570 millones de dólares de golpe y porrazo.
La negativa le ha venido de perlas a Telefónica. José María Álvarez-Pallete, lejos de cabrearse, está feliz, porque ahora resulta que Costa Rica va de miedo y no quiere vender esa plaza. Y si a eso unimos la demanda que va a interponer Telefónica contra Millicom por incumplimiento de contrato, mejor todavía. La demanda se presentará ante los Tribunales del Estado de Nueva York tan pronto como los abran tras la pandemia, y Telefónica tiene muchas probabilidades de ganarla.