• La comparecencia del presidente en funciones tras el Comité Ejecutivo del PP, un auténtico fiasco.
  • Ahora resulta que Rajoy convocó a su partido sólo para que le diera permiso para sentarse a hablar con Rivera.
  • De los seis puntos a negociar, nada de nada.
  • Con razón, las palabras del líder del PP no han gustado en C's.
  • Y mientras, Sánchez sale de su escondite para repetir lo de siempre: no.
  • Y exige a Rajoy que fije la fecha para la investidura.
  • Y es que el secretario general del PSOE, el verdadero causante de la situación, tampoco quiere quedar como el responsable del bloqueo institucional.
Qué quieren que les diga. La comparecencia de Mariano Rajoy de este miércoles, tras el Comité Ejecutivo de su partido (en la imagen), ha resultado ser un fiasco absoluto. Ahora resulta que la convocatoria, realizada hace una semana -mucha prisa en formar Gobierno tampoco tiene don Mariano- sólo tenía un punto en el orden del día: dar permiso al candidato para sentarse a hablar con Albert Rivera. ¿Y qué pasa con las seis condiciones exigidas por C's y que fueron el motivo de esta convocatoria? Nada de nada. "Yo nunca lo he dicho, he convocado el Comité Ejecutivo para que me autorizase a negociar. Lo otro -discutir las seis medidas de C's- lo dice usted. Nunca me habrá escuchado decir eso", le ha respondido a la periodista que ha planteado la cuestión. En otras palabras, Rajoy no dice la verdad y piensa que somos idiotas. Lo que ocurre es que el presidente en funciones recela de Ciudadanos y de las condiciones de Rivera, pero tampoco quiere quedar como el malo de la película, esto es, como el obstáculo para la formación de Gobierno. Por eso, lo que quiere es ganar tiempo. Además, si ha tardado una semana en reunir a la dirección del PP sólo para que le dejen sentarse con Rivera, y la reunión ha durado dos horas, ¿con cuánto tiempo tendría que convocar para decidir si asume las condiciones de C'S? De momento, Rajoy y Rivera se verán las caras este jueves al mediodía. Ya veremos qué ocurre. En todo caso, no sorprende que la primera reacción del partido naranja haya sido de decepción. Esperaban un posicionamiento acerca de las seis condiciones y han recibido un auténtico 'zasca'. Mientras tanto, Pedro Sánchez ha salido de su escondite, la verdad, no sabemos muy bien para qué. El "guapísimo" líder socialista -en palabras de Esperanza Aguirre- ha repetido lo de siempre: el PSOE votará 'no' a Rajoy y a cualquier otro candidato del PP. Sobre la fecha de investidura y el hecho de que Rajoy quiere hablar con él, el secretario general del PSOE ha señalado que no tiene "ningún problema" en sentarse con él, aunque cree que lo razonable es que Rajoy le llame con la fecha de investidura concretada. En este sentido, el líder socialista ha dado dos días de plazo: si el PP no ha puesto fecha, el viernes presentará una iniciativa parlamentaria, como la que planteó el PP a Patxi López en febrero, en la que exigirá a la presidenta del Congreso, Ana Pastor, que llame a Rajoy para poner fecha y hora. En definitiva, Sánchez, el auténtico culpable del bloqueo institucional -bastaría la abstención del PSOE para salir de él-, tampoco quiere quedar como el malo de la película. Pero, al mismo tiempo, tampoco quiere que Podemos le eche en cara el haber facilitado la investidura de Rajoy. Menos mal que hay olimpiadas. Pablo Ferrer pablo@hispanidad.com