Thyssenkrupp cae en bolsa más de un 6% este jueves tras anular dividendo y elevar el ajuste de plantilla a 11.000 personas durante el próximo trienio, lo que supone 7.400 más de los anunciados el año pasado, cuando ya salieron 3.600 trabajadores. Eso sí, la venta del negocio de ascensores a un consorcio de inversores liderados por dos firmas de capital riesgo -la estadounidense Advent y la británica Cinven-, con visto bueno de Bruselas, le ha permitido cerrar su ejercicio fiscal (octubre 2019-septiembre 2020) con un beneficio neto de 9.592 millones de euros, frente a las pérdidas de 260 millones del anterior, gracias a los 15.000 millones de plusvalías de dicha operación.
La gran siderúrgica alemana está inmersa en una gran reestructuración, en la que se ha llegado a plantear sacar la división de acero (la que fue su origen en 1811) y la de construcción naval (Marine Systems) fuera del grupo para que tengan un desarrollo independiente. Asimismo, la pandemia del coronavirus no se lo está poniendo fácil, sino que está siendo “una tremenda prueba de resistencia”, ha señalado la CEO, Martina Merz. “La protección de nuestros empleados y negocios sigue siendo la máxima prioridad”, pero “todavía no estamos donde tenemos que estar. Los siguientes pasos pueden ser más dolorosos que los anteriores”. Una reestructuración que “incluye más recortes de empleos, desafortunadamente no hay forma de evitarlo”, ha apuntado Oliver Burkhard, director de Recursos Humanos. “Los despidos obligatorios siguen siendo el último recurso. Sin embargo, por el momento, no podemos excluirlos expresamente”, ha añadido.
Es la mayor reestructuración de la siderúrgica: los siguientes pasos pueden ser más dolorosos que los anteriores, con más recortes de empleos, desafortunadamente no hay forma de evitarlo
De hecho, de no ser por las plusvalías de la venta del negocio de ascensores es muy probable que Thyssenkrupp hubiera cerrado su ejercicio fiscal con unos elevados números rojos, pues los del negocio corriente han ascendido a 5.541 millones, frente a los 1.110 millones de hace un año, y el Ebit ajustado ha sido negativo (-1600 millones, sobre todo, por el deterioro de activos por unos 3.000 millones de Steel Europe y Aitomotive Technology). Por su parte, las ventas netas han bajado un 15%, a 28.900 millones, y los pedidos un 17%, a 28.200 millones por la menor demanda, sobre todo, en la industria automotriz. Sin embargo, la deuda neta ha aumentado a 5.053 millones, frente a la posición neta de 3.703 millones de hace un año, y aunque es inferior a la de su primer semestre (8.461 millones), sigue superando con creces la capitalización (unos 2.800 millones).
Por negocios, sólo ascensores (hasta su desconsolidación del pasado 31 de julio), Componentes Industriales y Marine Systems han cerrado el ejercicio con Ebit positivo: de 693 millones, 138 millones y 18 millones, respectivamente, frente a los 719 millones, 230 millones y 1 millón del ejercicio anterior. El negocio del acero Steel Europe ha tenido unas pérdidas operativas de 946 millones, con descensos de pedidos y ventas; como Automotive Technology (-260 millones); Plant Technology (-235 millones) y Materials Services (-110 millones).
Pese a la reestructuración, va a llevar tiempo ver resultados: prevé que en el ejercicio 2020/2021 tenga una pérdida neta de unos 1.000 millones, aunque las ventas podrían subir un 5%... dependiendo de la recuperación del mercado del automóvil
Paralelamente, Thyssenkrupp ha informado de que ha alcanzado un acuerdo para reestructurar siete ubicaciones de la división de de ingeniería de sistemas (incluida en el negocio de automoción) en Alemania, que supondrá el recorte de 385 empleos. Asimismo, la dividirá en dos unidades de negocio: una fabricará sistemas especializados en ensamblaje dentro de Automotive Technology y otra ensamblará unidades y baterías dentro del segmento Multi Tracks. Además, ha recibido ofertas y expresiones de interés sobre la construcción de plantas y la fábrica de acero inoxidable de Terni (Italia), está preparando un proceso de venta de Infraestructura y en chapa gruesa aumenta la probabilidad del cierre pactado. Y ojo, pese a la reestructuración, va a llevar tiempo ver resultados: prevé que en el ejercicio 2020/2021 tenga una pérdida neta de unos 1.000 millones, aunque las ventas podrían subir un 5% dependiendo de la recuperación del mercado del automóvil.
Respecto a la venta del negocio de ascensores y escaleras mecánicas, conviene recordar que por tamaño Thyssenkrupp ocupa el primer puesto en dicho sector en España, le siguen Schindler y Zardoya Otis. Ahora la responsabilidad sobre 4.500 empleados en nuestro país la tiene el consorcio de inversores ya citado.