Curioso. Prisa está quebrada pero todos quieren hacerse con Prisa. El diario El País, como toda la prensa vegetal, está en mínimos de venta y la edición digital no cubre costes pero… todos desean controlar Prisa.
La SER sí es digna de tener en cuenta… pero la radio nunca presumió de tener la influencia de la prensa. Sin embargo, todos quieren controlar la SER.
Para ser exactos, todos desean controlar la quebrada Prisa, el grupo entero. Como adelantara Hispanidad, Roures y los Migueles quieren hacerse con el paquete de Telefónica en la editora (10%).
Los Migueles pretenden llevarse al “Comando Farreras” (equipo de informativos de La Sexta), a Prisa. Sólo necesitan un canal
Jaume Roures (Mediapro), Miguel Contreras y Miguel Barroso, todos ellos socialistas de pro, salvo Roures, orgulloso comunista anticlerical, como se define a sí mismo. No independentistas pero sí partidarios del derecho de autodeterminación. Y más que socialista, podemita y millonario.
Los tres participaron en el lanzamiento de La Sexta y ahora pretenden recrear La Sexta en la desaparecida Prisa TV.
No sólo eso, los Migueles pretenden llevarse a Prisa al “Comando Ferreras” (equipo de informativos de La Sexta). Ahora bien, para ello, pequeño detalle, hay que tener un canal en abierto y eso no deja de ser una concesión administrativa. ¿Qué el PSOE se lo concedería? Por supuesto que sí. Sería otro ejercicio más de impunidad sanchista. Pero hasta la desfachatez lleva tiempo.
En el entretanto, la tensión crece entre Ana Botín y Pedro Sánchez, por Prisa. Ana Botín insiste en que el pacto era mantener a Javier Monzón como presidente de Prisa, al menos hasta el 31 de diciembre. En Moncloa aseguran que Monzón iba a ser un presidente de transición hasta que se aclarara lo de Amber, César Alierta y compañía, que aseguran controlar, junto a HSBC, un 40% del capital. Pero nada hay más permanente que lo transitorio y el propio Monzón, hombre modesto y humilde, hay presidente de Persia para rato: él mismo por si no lo habían cogido.
La tensión crece entre Ana Botín e Iván Redondo. Botín insiste en que el acuerdo era mantener a Javier Monzón como presidente. ¿Es Monzón sanchista? Redondo cree que es felipista
A todo esto, ¿es Monzón sanchista? Iván Redondo cree que no, cree que es Zapaterista. Y según el poderoso Godoy (así le llaman) no es lo mismo, aunque hay en Telefónica quien se empeñe en lo contrario.
Y a todo esto, ¿para qué quiere Moncloa controlar Prisa si Prisa ya es socialista? Con sinceridad, no tengo ni la menor idea. Eso sí, Moncloa quiere que Prisa apoye al Gobierno socio-podemita, lo que no quiere es pagar la quiebra. Par eso prefieren que lo hagan Santander y Telefónica.
Para los políticos, pagar y mandar no tiene por qué ir unidos: ellos prefieren mandar y no pagar.