- El gigante lácteo francés, al 'estilo Coca-Cola': insiste en cerrar la planta de Valladolid, la más productiva y con beneficios.
- Ofrece traslados a otras fábricas a los 85 empleados, pero la plantilla protesta porque hay dos compradores interesados.
- Uno de ellos es Queserías Ibérica, aunque Lactalis se niega a vender a un competidor directo.
- Además de los sindicatos, la Junta de Castilla y León pide al gigante lácteo francés que acepte la oferta y lleva su negativa al Parlamento Europeo.
El pasado miércoles, los trabajadores de
Lauki de la planta de Valladolid retomaron sus concentraciones, tras el parón estival, al grito de "tenemos comprador!", pero
Lactalis no quiere vender la fábrica para no perder
cuota de mercado (produce el 30% de la leche que consumimos en España). Además,
actúa al 'estilo Coca-Cola': insiste en el cierre, a pesar de ser la planta más productiva y de que en 2015 tuvo dos millones de euros de beneficios.
El gigante lácteo francés ofrece traslados a otras fábricas del país a los 85 empleados, pero la plantilla protesta porque
hay dos compradores interesados. Uno de ellos es
Queserías Ibérica, una compañía del sector lácteo avalada por la Junta de Castilla y León, a la que el presidente del comité de empresa,
José Manuel González, calificó como la "mejor posicionada".
El problema es que
Lactalis se niega a vender a un competidor directo, según recoge
El Norte de Castilla. Queserías Ibérica tiene salsas y productos energéticos que no son
competencia directa para el grupo francés, lo único que podrían serlo son las mantequillas. Pero es "una apuesta de futuro", añade González.
Además de los sindicatos, la
Junta de Castilla y León pide al gigante lácteo francés que acepte la oferta de compra. La consejera de Agricultura y Ganadería,
Milagros Marcos, ha subrayado que el
no de Lactalis a vender a un competidor "contraviene las ayudas recibidas de Europa, así como la responsabilidad social que debe tener todo tipo de empresa", según informa
EfeAgro. Asimismo, ha llevado su negativa al
Parlamento Europeo para que estudie el caso y permita a otro empresario hacerse carga de una planta "que es rentable y que puede serlo más si se recupera la actividad".
En el entretanto, las instalaciones de
Lauki permanecen cerradas (aunque la fecha del cierre definitivo es el 1 de octubre) y sus trabajadores en un
ERE a la espera de ver si finalmente Lactalis cede y vende. Eso sí, habrá más
concentraciones a la puerta de la fábrica vallisoletana todos los miércoles y para septiembre tienen "alguna actuación más llamativa en el tintero", según anunció
José Manuel González. En la del miércoles, además de los gritos de "tenemos comprador", "Lauki sí se vende" y "queremos currar en Valladolid", no faltó un ataúd en el que se podía leer: "Lactalis quiere enterrar 85 familias y 60 años de Lauki en Valladolid, 1956-2016".
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com