La banca afronta la reunión del Tribunal Supremo (TS) del próximo día cinco de noviembre sabiendo que tiene ganada la no retroactividad de la medida dictada el pasado 16 de octubre y que establece que deben ser los bancos los que paguen el impuesto sobre los actos jurídicos documentados, esto es, sobre las hipotecas.
El sector no tardó en levantar la voz tras conocer la sentencia que provocó su mayor caída bursátil de los últimos años. Ni la sentencia sobre las cláusulas suelo fue tan letal. Por eso, su reacción fue inmediata: oiga usted, si quiere cambia la norma, cámbiela. Nosotros nos hacemos cargo del impuesto pero a partir de ahora, sin efecto retroactivo.
En el entretanto, las asociaciones de jueces cargan contra Luis María Díez-Picazo, presidente de la Sala Tercera del TS. Juezas y Jueces para la Democracia le acusa, incluso, de poner "en tela de juicio la imparcialidad e independencia de los jueces". En otras palabras, le acusa de plegarse a la banca. La Francisco de Vitoria no ha llegado tan lejos pero sí ha pedido explicaciones a Díez-Picazo. Por supuesto, el hecho de que arremetan con Díez-Picazo, especialmente en el caso de Jueces para la Democracia, no tiene nada que ver con ningún prejuicio ideológico.
Así las cosas, salvo sorpresa mayúscula, el sector afronta la cumbre con cierta tranquilidad. La revisión de la sentencia del propio Supremo no supondrá un desembolso millonario que dejaría tiritando las cuentas de los próximos dos años. Ahora bien, ¿tendrán que pagar el impuesto a partir de ahora? Es lo más probable. Y no solo el impuesto, sino también los gastos de constitución de las hipotecas. La consecuencia será el encarecimiento de los préstamos del uno por ciento de media.
De momento, y a la espera de esa cita en noviembre, la banca continúa bajando en bolsa. Sabadell (-5,3%), Bankia (-4,7%) y Caixabank (-3,6%) son los que más han sufrido este lunes, seguidos de BBVA (-2,1%), Bankinter (-1,4%) y Santander (-0,6%).
De postre, el Gobierno de Pedro Sánchez aprovecha el lío para liquidar a Carlos Lesmes. Sí, el presidente del Supremo y del CGPJ concluye mandato el 4 de diciembre, pero ya no podrá marcharse como un señor. El PSOE le considera del PP y no dejará que salga por la puerta grande.