Fue una promesa de su campaña electoral y ahora, quince meses antes de las elecciones presidenciales, Donald Trump la ha retomado. “Estamos pensando en (acabar con la) ciudadanía por nacimiento muy en serio”, ha señalado.
Los demócratas consideran, sin embargo, que la medida es anticonstitucional y que, en cualquier caso, necesitaría una reforma constitucional, toda vez que se trata de un derecho amparado por la decimocuarta enmienda de la Carga Magna de 1868.
No ha sido el único anuncio. Menos de 24 horas antes, Trump aseguró que cambiará la ley para poder detener a familias de inmigrantes irregulares por tiempo indefinido y no por 20 días como máximo, como establece la ley en vigor. Por cierto, la medida afecta también a los adultos y no solo a los menores.