- El presidente turco valora así los últimos ataques perpetrados por el PKK, que se han saldado con catorce muertos.
- La estrategia del sultán es clara: crear un enemigo común entre los que le hacen sombra para fortalecerse en el poder.
- Desde el servicio secreto alemán le llega la acusación contraria: el apoyo que presta a grupos terroristas para propagar la islamización.
- Rusia le dispara por otro lado, por facilitar la entrada de yihadistas a Siria, aunque a puerta cerrada.
La estrategia de
Erdogan para afianzarse en el trono tras la intentona militar del 15 de julio es, básicamente,
juntar en el mismo saco a todos los que amenazan con hacerle sombra.
Esto implica negar cualquier disimilitud dentro del gran espectro de grupos que golpean el aura de poder del
sultán, desde los kurdos al Daesh pasando por la cofradía del clérigo
Fethullah Gülen, al que el Gobierno acusa de instigar el golpe.
Pues eso: "No hay diferencia entre Gulën, el
PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán) o el
Estado Islámico. Todos sirven al mismo propósito", ha dicho
Tayyip Erdogan en una reunión con ONG islamistas celebrada en el palacio presidencial". Es su valoración sobre los
últimos ataques perpetrados por el PKK contra dos
comisarías policiales y un
convoy militar, que han causado
catorce muertos y más de 250 heridos.
El presidente turco está seguro, además, de la colaboración entre estos grupos para dinamitar Turquía. Una tesis que le va a costar sostener, teniendo en cuenta que la
FETÖ (así llama el Gobierno a la cofradía gülenista) es más
antikurda que el propio Erdogan y que las guerrillas del Kurdistán combaten encarecidamente en primera línea contra los yihadistas en
Siria e
Irak desde hace cinco años.
A esto hay que añadirle la etiqueta de
gülenista que Erdogan cuelga a cualquier opositor. El sindicato de actores, ha alertado de la "
caza de brujas contra influyentes intelectuales, periodistas, artistas, escritores y actores que no tienen nada que ver con la FETÖ". Uno de estos actores, Arda Aydin,
ilustra su perplejidad: "
Es de risa que nos digan que somos gülenistas".
Y es curioso, porque es Erdogan el que mantiene un estrecho vínculo con organizaciones terroristas, según revela un
informe confidencial del
servicio secreto alemán filtrado a la prensa esta semana. El documento señala, por ejemplo, el respaldo del presidente turco a
Hamás, en el marco del que es su objetivo dentro y fuera del país: la islamización.
Además,
Rusia continúa acusando a Turquía de facilitar el flujo continuo de terroristas a Siria desde su frontera, aunque ahora lo hace a
puerta cerrada porque, de cara a la galería, han sellado las paces.
Daniel Esparza