- Entre los detenidos o en búsqueda hay periodistas, políticos, miembros en contra de AKP, inspectores públicos, exjefes de policía y exgobernadores de provincias que trabajaban en el Ministerio del Interior.
- Y la pasada semana fueran clausuradas dos emisoras de televisión y el lunes fue cerrado el semanario "Nokta", crítico con Erdogan.
- Ya en 2013 centenares de policías y fiscales fueron detenidos o destituidos de sus puestos, como respuesta a una investigación judicial por corrupción contra círculos cercanos a Erdogan.
36 horas después de que el partido del presidente turco,
Recep Tayyip Erdogan (AKP), se hiciera con la mayoría absoluta en las elecciones legislativas del pasado domingo, las autoridades turcas detuvieron ayer martes, en una operación desarrollada en 18 provincias, a más de cuarenta funcionarios, incluidos policías y altos cargos, por su supuesta relación con el movimiento islamista del predicador
Fethulah Gülen, que Ankara califica de grupo terrorista. Además, se busca a otras veinte personas en la misma operación, informan
agencias.
En total, se dictaron órdenes de detención contra 57 personas, incluido el propio predicador Gülen, residente en EEUU y líder del citado movimiento, al que el Gobierno acusa de intentar crear un "Estado paralelo".
Entre los detenidos y en búsqueda hay inspectores públicos, exjefes de policía, políticos, periodistas, exgobernadores de provincias que actualmente trabajaban en el Ministerio del Interior, acusados todos de "tener en su poder información y documentos militares secretos" y de "actuar fuera de los límites de su poder legal".
Pero hay que recordar que no es la primera vez que Erdogan lleva a cabo operaciones semejantes de limpieza, que mucho recuerdan a las chavistas de
Nicolás Maduro en Venezuela. Porque a finales de 2013, centenares de policías y fiscales fueron detenidos y otros miles fueron destituidos de sus puestos, acusados de estar vinculados al movimiento de Gülen. Pero es que estas operaciones y juicios empezaron como respuesta a una investigación judicial por corrupción contra círculos cercanos a
Erdogan, por entonces primer ministro, en las que fueron arrestadas varias personas, incluidos los hijos de tres exministros y destacados empresarios.
A todo ello se añade que la pasada semana fueran clausuradas
dos emisoras de televisión y el lunes fuera cerrado el semanario "Nokta", crítico con Erdogan, por asegurar que los resultados de las elecciones del domingo colocan al país en el prólogo de una guerra civil. La UE reiteró ayer que la situación de la prensa en Turquía constituye para Bruselas "una preocupación seria".
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com