- ¿Esto es un banco o un activo del Tesoro?
- Crédito al sector privado. Un banco se dedica a prestar dinero. Y Unicaja presta poco y mal.
- El banco admitido a cotización ha reducido sus márgenes, especialmente el de interés.
- Cae el crédito al sector privado y caen las operaciones fuera de balance.
Unicaja ha presentado sus resultados del primer semestre de 2017 con un descenso significativo en todos los márgenes.
El de intereses, la base para sostener la entidad, ha caído un 2,9% lo que no es buena noticia
y máxime cuando estamos viendo que el resto de entidades lo está soportando bien a pesar de que los tipos han continuado cayendo, porque el descenso ha sido pequeño
y los diferenciales de las nuevas operaciones han crecido.
El resultado de Unicaja es algo peor si tenemos en cuenta que el crédito al sector privado ha caído, lo que supone que
el peso de las nuevas operaciones (más caras) se ha incrementado respecto del total de la cartera, del que se han dado de baja operaciones antiguas con diferenciales menores. Está claro que el efecto de un volumen menor de crédito (-2,4%)
ha pesado en la reducción del margen y que el incremento de precios no ha sido suficiente para estabilizar el mismo.
El margen bruto también ha empeorado, aún más, y lo ha hecho en un 10,2%. Los ingresos netos que nos llevan del margen por intereses al margen bruto
han caído en un 17,3% y no ha sido por las menores posibilidades en 2017 de realizar plusvalías con las carteras de
deuda pública, como en otras entidades, sino por los menores ingresos en las actividades ligadas a la comercialización de seguros.
El banco ha reducido los activos gestionados fuera de balance.
El margen de explotación de la entidad cae en estos seis primeros meses de 2017 respecto de igual periodo del año anterior en un 18,3%, por el efecto amplificador que la reducción de ingresos en los márgenes anteriores tiene en la construcción de éste que sólo soporta gastos, a pesar de que éstos se han reducido en un 3%.
La reducción de estos gastos, los de administración y personal de la entidad, es muy necesaria dada la situación de la banca pero
puede resultar tardía si no se enmiendan los ingresos interiores.
El incremento de los deterioros en la cartera de créditos ( 247%) reduce el siguiente margen,
el de explotación, de manera dramática (-37%) y en una reducción similar (-38%)
se queda finalmente el resultado atribuido a la matriz del grupo que es de 86 millones de euros a junio de 2017, frente a los 138 millones de euros a junio de 2016.
Los depósitos,
recursos gestionados en balance, han caído en un 4,7% en los últimos doce meses y
el crédito un poco menos (4%). Unicaja es una entidad que se reduce en actividad y en
capacidad instalada (los empleados caen un 5,4% y las oficinas un 7,4% en los últimos doce meses).
La solvencia y la liquidez de la entidad
resultan extraordinariamente altas y ahora hay que prestarles mucha atención, especialmente a esta última, no vaya a ser que te
resuelva la JUR la entidad como le ha hecho a los accionistas del
Banco Popular, pero con tanta solvencia y tanta liquidez, la entidad es escasamente rentable y cada vez menos: su ROE ha caído del 9,6% al 5,6% y el ROA del 0,5% al 0,3%, desde junio de 2016 a junio del 2017. Esto supone unas
caídas relativas del 40% en la rentabilidad de la entidad. Es difícil así encontrar accionistas que no exijan un fuerte descuento para entrar y un
cambio en la gestión para comenzar a producir.
En pocas palabras: esto
más que un banco parece un activo de deuda pública, solvente, líquido, escasamente rentable y cada vez más pequeño.
Al final estos flojos, muy flojos, resultados abocan al grupo, que aún
lidera Braulio Medel (
en la imagen) al 'Plan B'. Es decir, a la entrada de un socio con un 25% del capital o simplemente a una fusión.
Rodrigo de Silos
rodrigode@hispanidad.com