Unicef, la organización ONU para la infancia, sigue sorprendiéndonos. Tras hablar del mandamiento de los filántropos modernos (en el que se basa el argumento de que si no nacen niños, tampoco habrá niños pobres), descubrimos que celebra fiestas con famosos disfrazados con elementos satánicos. Todo muy guay y apropiado para los niños…
Como refieren varios blogs, el pasado 25 de octubre, Unicef celebró su Baile de Máscaras anual en la República de Clifton, en Los Ángeles, aunque esta vez fue algo extraño. Este evento se realiza con el fin de recaudar fondos para los niños, pero el simbolismo sugería una fiesta de la élite oculta.
Entre los invitados, entre otros elementos, se vio una máscara de superhéroe satánico o un vestido con la cruz invertida
En primer lugar, con un escenario inspirado en Eyes wide shut (Ojos bien cerrados), una película sobre orgías sexuales en sociedades secretas de élite que protagonizó en 1999 la pareja de moda de entonces: los actores Tom Cruise y Nicole Kidman. Fue dirigida por Stanley Kubrick, pero murió inesperadamente cinco días después de presentar la edición final a Warner Bros, por lo que fue su última y póstuma obra.
Para la ambientación, Unicef también recurrió a símbolos masónicos: por ejemplo, el suelo cuadriculado blanco y negro de la pista de baile, el ojo que todo lo ve en las invitaciones o los ojos que destellan en la web del evento. La organización ONU para la infancia señalaba que el atuendo de los invitados debía ser surrealista postmoderno y mostraba algunas sugerencias, entre las que la mayoría tenían que ver con el simbolismo de los ojos.
El bisabuelo de Lydia Hearst era el magnate William Randolph Hearst, que publicó varias obras de Anton LaVey, el fundador de la Iglesia de Satán
Entre los invitados al Baile de Máscaras de este año, estuvo el diseñador de moda estadounidense August Getty, quien llevaba una máscara como de una especie de superhéroe satánico, pero no es la primera vez que coquetea con dicho simbolismo: el año pasado, su máscara era roja con cuernos de demonio. También la actriz estadounidense, modelo y bloguera Lydia Hearst, que acudió con un vestido con una cruz invertida, símbolo asociado al satanismo. Y esto en ella podría no ser casual: su bisabuelo materno era el magnate de los medios William Randolph Hearst, por algunos señalado como masón, y que facilitó la publicación de obras de Anton LaVey, fundador de la Iglesia de Satán, como Biblia Satánica y The Satanic Rituals. Y por último, destacar a la actriz y cantante estadounidense Renee Olstead, que llevaba una máscara veneciana que recordaba a la que aparece en la película Eyes wide shut.
Y ojo, todo esto lo hacía Unicef con el fin de recaudar fondos para los niños… pues parece que la temática fue de todo, menos apropiada.