La Comisión Europea pretende dar hoy miércoles su ‘nihil obstat’  al acuerdo alcanzado con las farmacéuticas Pfizer y BioNTech para que los Estados miembros puedan comprar hasta 300 millones de dosis de su vacuna contra la COVID-19, después de que los laboratorios anunciasen que es efectiva al 90%. 

Como se recordará, hubo cierta polémica sobre el uso de células de bebés abortados para encontrar una vacuna contra esta enfermedad.

Pero en el caso de la vacuna de Pfizer y BioNTech no hay que preocuparse. Pues, según Aciprensa, Charlotte Lozier Institute (CLI), la entidad investigadora del grupo provida estadounidense ‘Susan B. Anthony List’, catalogó esta vacuna como “éticamente indiscutible”, ya que fue desarrollada utilizando secuenciación genética en computadoras sin usar células fetales de bebés abortados.

Ayer, España registró el récord diario de fallecidos de la segunda ola, con un total de 411

Cabe recodar que Monseñor José Ignacio Munilla, obispo de San Sebastián, concedió una entrevista a Religión en Libertad en la que hablaba sobre la polémica utilización de líneas celulares extraídas de tejidos de fetos abortados para la fabricación de vacunas contra el Covid-19: “Existe el deber de invocar la objeción de conciencia, recurriendo al uso de vacunas alternativas éticas”. El obispo de San Sebastián recordaba que solo en el caso de que no hubiese alternativa ética, los católicos podrían usarlas por estar en un contexto de “constricción moral”.

Además, el documento de la Congregación para la Doctrina de la Fe (CDF) de 2008, Dignitatis personae, criticó enérgicamente la investigación del tejido fetal abortado. El CDF dijo que los investigadores deberían “rechazar” el material incluso cuando no tengan “una conexión estrecha” con “las acciones de quienes realizaron la fertilización artificial o el aborto”.

Por cierto, ayer, España registró el récord diario de fallecidos de la segunda ola, con un total de 411. Y en los hospitales, la presión en las UCI no da tregua: de media, un 31% de las camas de intensivos están ocupadas por enfermos con coronavirus, recoge RTVE.