• Maduro no perdona que Luisa Ortega le dejara en evidencia por violar la Constitución.
  • "Quiero denunciar ante la comunidad internacional que sufro una persecución permanente", dice.
  • La dictadura chavista apunta a todos: también ha allanado una casa de monjas ancianas.
La destituida fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega (en la imagen), denunció el jueves ser víctima de una persecución y dijo temer por su vida, pocos días después de que la recién instalada Asamblea Nacional Constituyente la removiera de su cargo, informa Reuters. La denuncia de Ortega, una antigua aliada del fallecido presidente Hugo Chávez, llega después de su ruptura con el mandatario Nicolás Maduro y de denunciar un quiebre constitucional en medio de cuatro meses de protestas antigubernamentales que han dejado más de 120 muertos. "Yo no sé qué oscuros propósitos y qué oscuros planes puedan ellos tener, no solamente privarme de mi libertad, sino también privarme de mi vida", dijo Ortega en una entrevista en un apartamento en Caracas, donde apenas estaría algunas horas porque reveló que cambia cada noche de casa. La Asamblea Constituyente promovida por Maduro y rechazada por Ortega designó el fin de semana un fiscal provisional, una vez que el máximo tribunal aprobó enjuiciarla, un proceso del que todavía no se conoce su avance y tampoco si implicaría alguna condena en su contra. "Quiero denunciar ante la comunidad internacional, tengo una persecución permanente, en mi casa, los sitios por donde me desplazo", relató Ortega. "¿Dónde están mis derechos?", agregó. La exfuncionaria contó que un vehículo le sigue los pasos y personas toman fotos en los sitios donde llega, por lo que al menos una vez al día cambia de lugar de pernocta, entre otras medidas de seguridad que ha debido tomar. Por su parte, el Arzobispo de Valencia (Venezuela), monseñor Reinaldo del Prette, condenó el ataque y robo que unos 30 hombres, presuntamente miembros del servicio de inteligencia del gobierno, cometieron contra la residencia universitaria que dirigen unas cinco religiosas ancianas y que han quedado afectadas en su estado de ánimo, publica Aciprensa. El Prelado denunció el ataque en una carta que dirigió al Comisario Jefe del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN) en el estado Carabobo, José Meléndez. En el texto, monseñor Del Prette señaló que las Hermanas Religiosas de Cristo Rey le informaron que el lunes 7 a las 00:30 de la madrugada "irrumpieron violenta y atropelladamente unos treinta (30) hombres y una mujer, presuntamente miembros de ese Cuerpo de Seguridad del Estado, en la Residencia Universitaria 'Cristo Rey'", dirigida por más de 50 años por esta comunidad religiosa. "Esa acción violenta, sin ninguna orden de visita domiciliaria emitida por un Tribunal, generó zozobra, angustia, temor y miedo en las cinco (5) religiosas, muy mayores que se encontraban en el lugar. Todavía a día de hoy están alteradas en su estado de ánimo", denunció el Prelado en su carta con fecha 8 de agosto y difundida este jueves en la cuenta de Facebook del Episcopado venezolano. Según informó la prensa local, el SEBIN allanó la residencia de las religiosas buscando supuestamente armas. La misma operación se repitió en el Polígono de la Asociación Carabobeña de Tiro y la hacienda familiar San Luis, en el municipio Libertador, donde detuvieron a dos personas. El Arzobispo condenó esta irrupción, "un atropello que no dudo en calificar de torpe y desdice mucho de una Institución de Seguridad Pública que tiene a su cargo labores de inteligencia, pues, muy poca inteligencia y falta de sindéresis demostraron en esta incursión a dicha Residencia, donde lo que habían eran religiosas mayores". Andrés Velázquez andres@hispanidad.com