La de este martes ha sido una de las puestas en escena más geniales que se recuerdan de Ignacio Sánchez Galán. El presidente de Iberdrola ha puesto a disposición del juez Manuel García-Castellón a todos los consejeros y empleados de la compañía, incluido él mismo, en un movimiento típicamente suyo de adelantarse, en este caso, al magistrado que investiga el caso Villarejo.
Y lo ha hecho a través de un comunicado remitido a la CNMV, “en defensa de su honor y reputación (de Iberdrola)”, en el que, además, pasa al ataque frente a Florentino Pérez.
La pieza Iberdrola-ACS guarda muchas similitudes con la de BBVA-Sacyr, al menos en su origen. Ante el intento de ACS por hacerse con el control de Iberdrola, la eléctrica contrató al comisario para pararle los pies a Florentino. Todo presunto, naturalmente.
Ahora, y tras blindarse en la Presidencia de la eléctrica, como adelantó Hispanidad, Galán pasa al ataque frente a Florentino y se pone a disposición del juez, como si García-Castellón no le pudiera exigir, en un momento dado, comparecer en la Audiencia Nacional.
Por cierto, el punto primero del comunicado llama la atención: “Iberdrola, en relación con el caso Villarejo, cuya investigación judicial ya se prolonga varios años, lleva sufriendo, concretamente desde 2018, un significativo desgaste reputacional”, señala. Llama la atención porque bajo ese supuesto desgaste, en 2020 la eléctrica se convirtió en la segunda empresa del Ibex más capitalizada, por delante de Banco Santander.
El comunicado no tiene desperdicio alguno. Es, sin duda, la mejor puesta en escena de Galán.