- Fátima Báñez hace balance desde los 10 años de crisis, pero en los cuatro de aplicación del 0,25% del PP ha caído una décima.
- Confía en que el agujero del sistema de pensiones (18.800 millones en 2017) mejore gracias al empleo.
- Nada de quiebra de la Seguridad Social: ha empezado a revertirse el déficit con más ingresos que gastos.
- Propone, eso sí, medidas para compensar el desequilibrio como incentivar la jubilación activa.
La ministra de Empleo, Fátima Báñez ha optado por mirar a lo mejor y olvidarse de lo importarte en lo que a las pensiones y a la Seguridad Social se refiere, a pesar de la quiebra del sistema -que ningún político admite por lo ingrato que es- o el debate sobre el poder adquisitivo por la subida del 0,25% anual, que dura ya cuatro años, como marca la ley, al margen de la evolución de la inflación. La ministra, no obstante, ha preferido plegarse al dicho ¡viva el lujo y quien lo trujo! durante su comparecencia, este miércoles, en la comisión del Pacto de Toledo del Congreso (en la imagen). Dicho de un modo rápido: Báñez sostiene que la Seguridad Social es ahora más solvente, gracias a las reformas del PP, y que los pensionistas no han sufrido una merma del poder adquisitivo. Es más, "han ganado -ha dicho- un 0,02% (quería decir, en realidad, un 0,03%) desde el inicio de la crisis (2008) y sólo han perdido una décima en los cuatro últimos años", plazo en el que se ha aplicado la subida del 0,25%. ¡Oh cielos! Es el balance de diez años, en los que tasa media anual del IPC ha subido un 16,50% mientras que la mejora de las pensiones ha sido del 16,53%. Respecto a lo otro, el agujero de la Seguridad Social, ídem del lienzo. El déficit no ha dejado de subir desde 2008, con la crisis, tocó fondo en 2016, con 18.096 millones en rojo y en 2017 avanzará a unos a 18.800, pero es cuestión de tiempo que mejore, gracias al aumento de cotizantes -ya trabajan 19 millones de españoles- o a los incentivos a la jubilación activa. En suma, Báñez cree que se "ha logrado revertir la tendencia del deterioro del déficit" y ha puesto como prueba 2017, año en el que la Seguridad Social ya aumentó los ingresos más que los gastos, algo que no sucedía desde 2008. Los datos son buenos, pero de ahí a la lanzar las campanas al vuelo va un trecho. De ahí el correctivo de la oposición, muy crítica con la cifras. Mercé Perea (PSOE), por ejemplo, no cree a la ministra, cuando hace un año el déficit era histórico y anunciaba una recaudación de 117.000 millones, que terminó en 103.000 millones. Con todo, Fátima Bañez se ha negado a hablar de déficit estructural del sistema que pasaría, por ejemplo, por aumentar la edad de la jubilación, y ha propuesto una serie de medidas que requieren de un "máximo consenso". Entre las propuestas durante su comparecencia, están el ahondar en la separación de fuentes de financiación, la lucha contra el fraude, la mejora de la distribución equitativa del esfuerzo contributivo entre regímenes, la transformación de las reducciones de cotización en bonificaciones o incentivar las carreras más largas de cotización, mediante la ecuación de años cotizados y el cálculo de la base reguladora. Rafael Esparza