Vocento ha tenido unas pérdidas de 11 millones en el primer semestre, frente al millón que ganó hace un año, al verse fuertemente impactado por el coronavirus. Y todo ello, pese a que sus ingresos publicitarios han caído un 22,6%, menos que los del sector (-34,5%).
El grupo de comunicación que tiene como CEO a Luis Enríquez ha tenido un segundo trimestre peor que el primero (en el que perdió 4,8 millones) por la pandemia. Y esto también se ha notado en el Ebitda, que ha cerrado el semestre con un desplome del 48,2%, hasta los 10,9 millones, frente a los 21 millones de hace un año.
Por su parte, Vocento ha reducido un 15,6% los ingresos de explotación, que se han situado en 163,7 millones, debido a la caída de la publicidad (-22,6%, a 65,1 millones) y a la caída de la venta de ejemplares (-11,3%, 59,1 millones). En concreto, todos los ingresos han descendido excepto en la actividad de Gastronomía y Agencias, que se ha disparado un 56,9%, a 7,4 millones: en periódicos los ingresos de explotación han pasado de 160,6 millones a 132,2 millones; suplementos y revistas han facturado 8,5 millones; el ABC (donde habrá cambio de director), 36,3 millones; y los diarios regionales, 93,4 millones. En audiovisual, los ingresos han pasado de 16,6 millones de hace un año a 15,2 millones; y en clasificados, de 13,9 millones a 10,8 millones.
El ratio de deuda sobre Ebitda es de 1,7 veces, mientras el efectivo y líneas de crédito asciende 68,5 millones, pero, ojo, la deuda a corto plazo es de 43,5 millones
Vocento ha puesto en marcha un plan de costes y un ERTE hasta final de año para intentar hacer frente a la pandemia. En concreto, los gastos de explotación sin amortización han bajado un 11,6%, hasta 152,8 millones. Un mayor control de costes al que se une al hecho de haber logrado una generación de caja de 6,6 millones en un periodo fuertemente afectado por el coronavirus, según han destacado por los analistas del Banco Sabadell.
Eso sí, la deuda financiera neta ha aumentado a 67,5 millones, en comparación con los 52,8 millones del primer semestre del año pasado, debido fundamentalmente al impacto de la NIIF16 (15,5 millones) por los alquileres de las nuevas oficinas en Madrid. El ratio de deuda sobre Ebitda se ha quedado en 1,7 veces, mientras la compañía tiene efectivo y líneas de crédito por 68,5 millones, aunque la deuda a corto plazo es de 43,5 millones.