- La cuota de mercado de la firma alemana cayó un 2,3% en el último mes, frente al retroceso del 0,9% en octubre y del 0,4% en septiembre.
- Y las ventas se han resentido en el conjunto del grupo: aumentan un 4,2% mientras las del sector mejoran un 14%.
- En cualquier caso, la falta de medidas convincentes augura un empeoramiento de los datos en los próximos meses.
Los datos publicados este martes por la
Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (Acea) son un toque de atención serio a
Volkswagen. Efectivamente, hasta ahora el grupo alemán no había notado un impacto significativo en sus ventas
tras el escándalo de las emisiones, destapado en septiembre de este año.
Ahora bien, las cifras de noviembre son distintas. Para empezar, muestran que la cuota de mercado de la firma germana cayó un 2,3%, porcentaje que contrasta con la pérdida del 0,9% registrada en octubre y con la del 0,4% de septiembre. Está claro que los efectos negativos del fraude se han empezado a notar en noviembre.
Evidentemente, las ventas del grupo también se han resentido. Me dirán que han aumentado un 4,2% respecto a las de un año antes, y es cierto. Ahora bien, el incremento del resto del sector ha sido del 14%, muy superior al del grupo
Volkswagen. Por marcas,
la peor parada ha sido Seat, cuyas ventas han bajado un 2,5%, hasta las 24.558 unidades.
La marca
Volkswagen, por su parte, aumentó sus ventas un 3,1% respecto a las de noviembre de 2014. Por último, Skoda fue la que registró un mayor incremento de las ventas ( 11,2%), hasta las 49,950 unidades.
A pesar de todo, sin embargo,
Volkswagen sigue reinando en el mercado automovilístico de la Unión Europea. En total, el grupo vendió en noviembre 263.797 unidades en el continente, frente a las 112.327 del segundo en el ranking, el grupo PSA. En lo que va de año,
Volkswagen ha vendido casi tres millones de vehículos en la Unión Europea,
frente a los casi 1,3 millones del grupo francés.
Y quizá sean estos datos los que lleven a la cúpula del gigante alemán a no tomar medidas más contundentes tras el fraude de las emisiones. Parece como si la estrategia consistiera en simplemente
dejar pasar la tormenta y no hacer mucho ruido. Pero cuidado, porque eso puede no ser suficiente. Desde luego, los datos conocidos este martes son un aviso serio: si el grupo no toma medidas más convincentes, las ventas podrían acelerar su caída en los próximos meses.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com