- La Audiencia de Braunschweig, en Baja Sajonia, admite una demanda colectiva de los accionistas de VW contra la compañía por la manipulación de las emisiones.
- El consenso de mercado descuenta una cantidad de aprovisionamiento de 19.000 millones de euros, frente a los 18.200 millones que prevé la firma.
- El Sabadell eleva la cifra a los 24.000 millones.
- Entre tanto, los palos siguen: Italia se suma a las multas contra los fabricantes de automóviles.
Volkswagen no gana para disgustos desde hace casi un año. Pero siempre con nuevos flecos. Lo último ha sido que la
Audiencia Provincial de Braunschweig, en el Estado de Baja Sajonia, admitió ayer lunes una demanda colectiva de los accionistas de VW contra la compañía por la
manipulación de las emisiones de gases en vehículos diésel. No es baladí: la Audiencia tiene en estos momentos 170 demandas por indemnización de daños y perjuicios. Ojo, porque la mayor de ellas alcanza los 3.255 millones de euros y procede de 277 inversores institucionales.
Pero eso y lo que siga tiene un efecto directo en las provisiones que tendrá que apoquinar el fabricante si quiere salir del apuro. Muchos dan ya por hecho que tendrá que revisar al alza esa cantidad. El
consenso de mercado, de momento, descuenta una cifra de
19.000 millones de euros, frente a los 18.200 millones que tiene previstos la compañía.
El cálculo, en todo caso, no es definitivo, y algunos analistas elevan aún más este volumen de aprovisionamiento. Desde el
Banco Sabadell están barajando cifras que alcanzan los 24.000 millones de euros,
5.800 millones más que la previsión actual de Volkswagen. A tenor de estos datos, la entidad aconseja cautela en el valor.
Entre tanto, el
escándalo de las emisiones continúa pasando factura a Volkswagen, que no se libra de una. A la larga pila de sanciones que acumula la casa de automóviles hay que añadirle una última conocida este martes, que procede de
Italia. La autoridad de competencia y mercado del país -la CNMC de allí- ha multado a la firma con 5 millones de euros por la corruptela de los motores trucados. Volkswagen ha desarrollado, según el informe, "una práctica comercial incorrecta", que el organismo acota a los
vehículos diésel vendidos en Italia durante 2009. Es cierto que la cantidad demandada no es mucha, pero supone, en cualquier caso, un varapalo más para la compañía de coches, enfrascada en un proceso interminable que no hace sino menguar sus cuentas y diezmar su credibilidad.
Daniel Esparza