Recientemente, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se pronunció a favor del matrimonio homosexual.
Von der Leyen adelantó que el Ejecutivo comunitario presentará pronto "una estrategia para reforzar los derechos del colectivo LGBTQI" e impulsar el reconocimiento de todos los tipos de familias en los distintos países de la UE.
La presidenta de la Comisión Europea también criticó al Ejecutivo polaco y húngaro por oponerse a los dictados del lobby LGTBI.
Y es que el actual presidente de Polonia, Andrzej Duda, se opone al matrimonio homosexual, a que los homosexuales puedan adoptar niños y a la enseñanza de la ideología de género o 'corrupción de menores' en las escuelas. "Respeto a todas las personas, pero no permitiré la ideologización de los niños, porque es mi responsabilidad para con Polonia y la juventud polaca", declaró Duda.
Por su parte, Hungría también está aplicando políticas favorables a la familia natural y a la vida. En 2011, se aprobó la Constitución húngara, que afirma la inviolabilidad de la dignidad humana, el derecho a la vida y la protección de esa vida desde el momento de la concepción. También se reconoce el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer y la familia como el fundamento de la supervivencia de la nación.
Por eso, por aplicar estas políticas respetuosas con la ley natural, Polonia y Hungría son vilipendiadas por la Unión Europea.
Por ejemplo, el Parlamento europeo pretende castigar a los municipios polacos que se oponen a la imposición de la ideología LGTBI.