Hispanidad ya recogió una información de C-Fam, según la cual, el Parlamento Europeo debatirá un proyecto de resolución que pide a los estados miembros de la UE que permitan el aborto a demanda como un derecho humano, tras su aprobación en la Comisión de Igualdad y Mujer del Parlamento Europeo.
Pero no solo eso: el proyecto de resolución también pretende instaurar la educación sobre sexualidad en Primaria y Secundaria de forma obligatoria, según Voz Populi.
Ahora, la resolución sobre “salud sexual y reproductiva” -eufemismo del aborto- se discutirá el próximo mes de junio. El socialista croata Predrag Feed Matić, patrocinador de la resolución, dijo que la salud sexual y reproductiva era un "derecho humano clave”.
La resolución se dirige a los países europeos como Polonia y Malta, que prohíben o restringen el aborto. Pero también persigue desregular aún más el aborto y limitar los derechos de conciencia de los médicos y proveedores de servicios médicos que se oponen a participar en abortos.
“[El Parlamento Europeo] Lamenta que una práctica a veces común en los Estados miembros permita a los médicos, y en algunas ocasiones a instituciones médicas enteras, negarse a prestar servicios de salud sobre la base de la llamada cláusula de conciencia, lo que lleva a la negación de la atención del aborto por motivos de religión o conciencia ”, se lee en un párrafo.
El borrador enfatiza, además, que "la cláusula de conciencia de una persona no puede interferir con el derecho del paciente al acceso completo a la atención médica y los servicios".
La eurodiputada de Vox asegura que el llamado 'informe Matic' está "trufado de conceptos ideológicos sin ninguna base jurídica o científica como 'género', 'patriarcado', 'violencia obstétrica' y 'pobreza menstrual'"
Pues bien: según recoge Infocatólica, Margarita de la Pisa, eurodiputada de Vox, y el copresidente del Grupo ECR, Ryszard Legutko, han solicitado a la Comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento Europeo que determine si el informe puede ser ilegal. Consideran que este documento vulnera los Tratados de la Unión. Y argumentan para ello que la aprobación de dicho documento abriría las puertas a lo que llaman una «aberración jurídica y humana» y «un ataque a la vida humana y a los valores occidentales».
Y es que, según añade Voz Populi, Vox no está de acuerdo con que se hable del aborto como "derecho humano fundamental". Durante la tramitación en la Comisión de Igualdad, Margarita de la Pisa se mostró manifiestamente en contra. Los días previos a la votación envió un correo electrónico al resto de parlamentarios para instarles a rechazar la propuesta.
Según De la Pisa, el texto "trata de presentar como derechos humanos lo que nunca puede llegar a serlo porque trata unas materias contrarias a la defensa de la vida, la sexualidad, la salud e integridad de la mujer". "Es la máxima expresión de la ideología de género", denuncia en Vozpópuli.
La eurodiputada de Vox asegura que el llamado 'informe Matic' -en honor a su promotor- está "trufado de conceptos ideológicos sin ninguna base jurídica o científica como 'género', 'patriarcado', 'violencia obstétrica' y 'pobreza menstrual'" y "se inmiscuye en competencias exclusivas de los Estados miembros como la salud y la educación e intenta transformar el aborto en un derecho humano fundamental", añade en el mismo medio.
De la Pisa niega la existencia "de un supuesto derecho humano al aborto". "No existe ninguna legislación internacional vinculante que diga que el aborto es un derecho humano. Esto es corromper los Derechos Humanos, estos pueden llegar a perder su esencia y corren el riesgo de transformarse en otros a petición de las distintas comisiones y convenciones", critica. Además, considera que el texto "pisotea" la objeción de conciencia de los profesionales de la salud.
Desde las filas de Vox presentaron 154 enmiendas al texto. "Atenta contra la libertad, igualdad y dignidad de la mujer al contravenir su naturaleza desligando su identidad del sexo biológico", denuncian.
Para De la Pisa, a través del "programa ideológico de género presenta una mujer aislada y victimizada". "Disocia la salud de la vida y prioriza un bienestar subjetivo que le predispone a renunciar a su fertilidad y maternidad", sostiene, recogió Voz Populi.