Vuelven a funcionar las puertas giratorias en el sector de las utilities, pues José Montilla y José Blanco (más conocido como Pepiño) serán nuevos consejeros de Enagás. Así, lo ha decidido el Consejo de Administración y, aunque aún no se ha comunicado oficialmente a la CNMV, se someterá al voto de los accionistas en la próxima Junta.
A los nombramientos de los exministros socialistas se une el de Cristóbal Gallego, un asesor de Podemos en materia energética que ha apoyado alguna campaña contra el gas desde el Observatorio Crítico de la Energía. ¿Qué dirá ahora Pablo Iglesias? ¿Se morderá la lengua? Veremos, porque conviene recordar que antes de estar en el Gobierno fue muy crítico con las puertas giratorias: “Son una forma de corrupción legal e institucionalizada. Por los consejos de administración de los monopolios energéticos desfilan expresidentes y exministros. Acabaremos con ellas, prohibiendo que las empresas compren políticos que garantizan su impunidad”.
Enagás, de la que el Estado controla el 5% a través de la SEPI, elevará de 13 a 16 las sillas de su Consejo, donde ya se sientan muchos expolíticos
Claro que en este Gobierno, que hace demasiado uso del donde dije digo, digo Diego, no sería de extrañar que no pasara nada. Y es que hasta el propio presidente, Pedro Sánchez, ha olvidado que prometió cerrar las puertas giratorias antes de llegar a La Moncloa: la última muestra ha sido el nombramiento de su amiga y exministra Beatriz Corredor como presidenta de Red Eléctrica, pese a no tener ninguna experiencia en el sector energético. Y por cierto, en esta última compañía también ha habido un reciente movimiento: Rafael García de Diego Barber ha dimitido como secretario, debido a su próxima jubilación: le sustituye Carlos Méndez-Trelles García, que lleva desde 2002 en REE y hasta ahora, dirigía el área de Auditoría Interna y Control de Riesgo.
Montilla fue ministro de Industria con José Luis Rodríguez Zapatero y después, presidente de la Generalitat de Cataluña. Por su parte, Blanco fue portavoz del Ejecutivo socialista y titular de Fomento, y después, eurodiputado. Con los nuevos nombramientos, la compañía que gestiona el sistema gasista elevará el número de sillas de su Consejo de Administración, pasando de 13 a 16, donde ya se sientan muchos expolíticos, la mayoría cercanos al PP. Destacan las exministras populares Ana Palacio e Isabel Tocino (presiden la Comisión de Nombramientos, Retribuciones y Responsabilidad Corporativa, y la de Auditoría y Cumplimiento, respectivamente); el exdirigente popular Antonio Hernández Mancha (precedió a José María Aznar en la presidencia del PP); Ignacio Grangel, que fue asesor del Ministerio de Energía siendo presidente Mariano Rajoy; y Gonzalo Solana, expresidente del Tribunal de la Competencia cuando gobernaba Aznar. Asimismo, no hay que olvidar que Antonio Llardén, cercano a la órbita socialista, preside Enagás desde 2007; y que Marcelino Oreja, exeurodiputado del PP e hijo del exministro de UCD, es el CEO desde septiembre de 2012.