Las defensas de Messi (el suyo era un caso un poco más complicado) y la de Cristiano Ronaldo, insistían en que Hacienda había cambiado de criterio en mitad del partido -nunca mejor dicho- y que, por tanto, sus defendidos eran inocentes. Pero como superaban las cifras de delito fiscal, todos optaron por pactar un pago con Hacienda.
Messi fue condenado a 21 meses de cárcel y una multa de 2 millones de euros por defraudar 4,16 millones entre 2007 y 2009. Justo antes de llegar a un acuerdo con la Fiscalía, el jugador argentino del Barça pagó 10 millones a Hacienda en una declaración complementaria.
Cristiano Ronaldo, por su parte, admitió haber cometido cuatro delitos fiscales entre 2010 y 2014 -eludió el pago de 5,7 millones al Fisco-, por los que tuvo que pagar una multa de 18,8 millones de euros. Fue condenado a 23 meses y 30 días de prisión.
Otro jugador del Real Madrid, James Rodríguez, también tuvo que pagar una multa de 11,6 millones porque, según Hacienda, no tributó correctamente sus derechos de imagen cuando llegó al club blanco en 2014. Otro que llegó a un acuerdo con la Agencia Tributaria fue Radamel Falcao, que fue condenado por dos delitos fiscales en 2012 y 2013: defraudó, según Hacienda, 5,66 millones de euros. El ex jugador del Atlético de Madrid llegó a un acuerdo con el Fisco y abonó algo más de 8,2 millones de euros.
Xabi Alonso se arriesgaba a 2,5 años de cárcel. Se arriesgó y ganó: ha sido absuelto de delito fiscal.
Esta vez, la Fiscalía Anticorrupción ha pinchado en hueso.