- Con tipos al 0%, la masa crítica de dinero no basta: hay que conseguir rentabilidad por otras vías.
- El Santander había asegurado que no cambiaría las condiciones de la cuenta 1, 2, 3, pero lo ha hecho.
- Es el salto cualitativo para el cliente, que pagará el doble (de 26 a 72 euros, por tarjeta y por mantenimiento).
- Es el pistoletazo de salida para el resto de entidades: fin de la etapa de cero comisiones (por servicios y productos).
La decisión del
Santander de cobrar una comisión de tres euros al mes por la utilización de
tarjeta abre la veda, como quien dice, para que el resto de los
bancos procedan a hacer lo mismo en cualquier momento.
No se trata sólo de la tarjeta (sobre la que hay una amplia variedad de
comisiones o no vinculados a otros productos), sino de todos los
servicios y productos. Una cosa está clara: con los
tipos de interés en mínimos histórico del 0%, las comisiones son una de las vías de aumentar la rentabilidad y mejorar así sus
márgenes.
Dicho de otro modo, no basta con una
masa crítica de clientes, que los bancos han conseguido, con sus más y sus menos, al aplicar una serie de estrategias (cada banco tiene las suyas). El Santander, por ejemplo, con
la cuenta 1, 2, 3, con 1,5 millones de clientes. Es, además, otro paso porque la etapa de
comisiones cero -o muy pequeñas- por los servicios que prestan está en curso (por
transferencias,
domiciliaciones, cobros, cajeros...) por una sencilla razón: no les ha quedado otra.
Aludía a ello recientemente
Gonzalo Cortázar, consejero delegado de
Caixabank, al asegurar que la
banca tradicional ya no es rentable y que las entidades se tienen que plantear el cobro por servicios.
El Santander ha cedido, desde este punto de vista, con la comisión por las tarjetas (de crédito o débito) también para los titulares de la
cuenta 1, 2, 3, que ya tenía una comisión de mantenimiento de tres euros, lo que duplica
de facto el pago para esos clientes (de 36 a 72 euros anuales).
Obviamente, el banco de
Ana Botín da ese paso, en contra de la política seguida hasta ahora, para mejorar la rentabilidad de esa cuenta, a pesar de lo dicho por la entidad, que ha insistido en que no cambiarían las
condiciones. El consejero delegado del Santander,
José Antonio Álvarez, fue muy claro al respecto, durante la última presentación de resultados, al defender que su estrategia es rentable, al margen de que será difícil determinar su rentabilidad porque sus efectos se notan en muchos apartados (tarjetas, servicios, captación de fondos, etc.).
Rafael Esparza