- Los rebeldes hutíes (chiítas) matan al expresidente de Yemen, Alí Abdalá Saleh, tras quebrarse la alianza que mantenían.
- Saleh se mantuvo como presidente del territorio reunificado hasta finales de 2011, cuando se vio forzado a renunciar al cargo tras más de un año de protestas en las calles del país.
- Le sucedió su vicepresidente, Abdo Rabu Mansur Hadi.
- El deseo de venganza de Saleh le llevó a aliarse con los rebeldes hutíes, una guerrilla chiíta aliada de Irán.
- Pero una coalición internacional árabe, liderada por Arabia Saudí (sunitas), respalda al nuevo presidente Hadi.
- Lo de siempre: sunitas contra chiítas, Arabia frente a Irán.
El expresidente de
Yemen Alí Abdalá Saleh, que rigió los destinos del país árabe durante más de tres décadas, ha sido asesinado este lunes por
milicianos hutíes tras quebrarse la alianza rebelde que mantenían hasta este sábado para combatir al presidente reconocido por la comunidad internacional,
Abdo Rabu Mansur Hadi, lo que abre un nuevo escenario en la guerra civil que desangra el territorio yemení desde 2015, informa
RTVE.
Saleh se mantuvo como presidente del territorio reunificado hasta finales de 2011, cuando se vio forzado a renunciar al cargo tras más de un año de protestas en las calles del país, al calor de las Primaveras árabes que prendieron en varios países de la región. Le sucedió su vicepresidente, Abdo Rabu Mansur Hadi, aunque Saleh, que obtuvo inmunidad para él y para su familia, nunca aceptó de buen grado su salida del poder.
Así, su deseo de venganza le llevó a aliarse con los
rebeldes hutíes, una guerrilla chií aliada de Irán a la que él mismo había combatido desde la presidencia entre 2004 y 2010 -pese a que pertenecen a su misma minoría, los zaidíes, la rama del islam chií más próxima al credo suní-.
El asesinato de Saleh tiene lugar en medio de los enfrentamientos desatados en los últimos días entre ambas facciones rebeldes, que dejan ya al menos 125 muertos y 238 heridos, según el Comité Internacional de la Cruz Roja.
Arabia Saudí (sunitas) lidera la coalición internacional árabe que respalda al presidente Hadi, con el fin de impedir el avance de los hutíes, aliados de su gran rival, Irán. Los hutíes calificaron ese paso como una "gran traición", aunque el Congreso General del Pueblo quiso desmentir los contactos con Riad, los combates entre ambas facciones se intensificaron.
Hadi ha pedido que los yemeníes se levanten contra los rebeldes para retomar Saná y
"abrir una nueva página" en la historia del país. "Unámonos en los esfuerzos para acabar con estas bandas de criminales y emprender la construcción de un nuevo Yemen federal en el que reinará la justicia, la dignidiad, la estabilidad y el desarrollo", ha prometido en un discurso pronunciado desde Riad, la capital de Arabia Saudí, donde vive exiliado.
Mientras tanto, los combates se han recrudecido este lunes en Saná, al igual que los bombardeos de la coalición internacional, hasta el punto de que el coordinador humanitario de la ONU para el Yemen, Jamie McGoldrick, ha pedido a "todas las partes en conflicto a posibilitar una pausa humanitaria el martes 5 de diciembre, entre las 10:00 y las 16:00 hora local, para permitir a los civiles que abandonen sus casas y busquen asistencia y protección, y para facilitar el movimiento de los trabajadores humanitarios".
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com