- Un total de 5.409 sirios han entrado por Melilla desde enero frente a los 3.077 en total del año pasado, según 'La Razón'.
- El motivo del crecimiento es el eficaz sistema para entrar, en la mayoría de los casos con pasaportes falsificados.
- Melilla constituye un objetivo preferente para los islamistas radicales que pretenden recuperar por la fuerza Al Andalus.
- Mientras, más de 3.000 refugiados han cruzado a pie durante la madrugada del jueves desde Hungría a Austria.
El flujo de
refugiados que cruzan
Europa en la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial no cesa. Más de 3.000 refugiados han cruzado a pie durante la madrugada del jueves desde Hungría a Austria, donde están siendo atendidos mientras la mayoría espera poder continuar su viaje hacia Alemania, según informa Efe.
Los refugiados han llegado en tren hasta la localidad húngara de Hegyeshalom y desde allí han caminado hasta el cercano pueblo de Nickelsdorf, ya en suelo austríaco, donde son atendidos por la Cruz Roja, el Ejército y voluntarios. La mayoría pretende continuar hacia Alemania, y sólo unas 20 personas han formulado una petición de asilo en Austria.
La crisis migratoria en el Mediterráneo supera la cifra de 320.000 inmigrantes, la mayoría de origen sirio, en lo que va de año, según publicó ayer miércoles la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Ayer supimos que
España ha aceptado la propuesta de la Comisión Europea y acogerá, finalmente, a 17.680 refugiados (14.931 más que se suman a los 2.749 asignados en mayo). El ministro de Interior,
Jorge Fernandez Díaz, dijo que el Gobierno "tomará las medidas" adecuadas para evitar la posible infiltración de yihadistas entre los refugiados que España acogerá. "Una realidad que no podemos descartar", apuntó, y que de hecho preocupa al Gobierno español.
En ese contexto,
La Razón publica hoy jueves que en lo que va de año, un total de 5.409 ciudadanos sirios han entrado en España por la frontera de Beni Enzar, en
Melilla, de los que unos 1.300 permanecen el Centro de Estancia temporal de Inmigrantes. Esta cifra supera con creces la de los individuos de esta nacionalidad que utilizaron durante el año pasado el citado paso fronterizo, que fue de 3.077.
El aumento de los sirios que llegan a Melilla y que, tras una corta estancia en el CETI, son trasladados a la península y de allí a otros países europeos, hace que la posibilidad de infiltración de terroristas yihadistas sea cada vez mayor.
Además, Melilla constituye un objetivo preferente para los islamistas radicales que pretenden recuperar por la fuerza todos los territorios de
Al Andalus. La Ciudad Autónoma, por estar enclavada en la costa africana, es un bastión cuya conquista supondría un hito. Si se observa el crecimiento de la entrada de sirios por la frontera de Melilla, las sospechas de posible infiltración terrorista cobran fuerza. En 2010, entró uno; en 2011, tres; en 2012, uno; en 2013, 231; en 2014, 3077; y, en lo que va de año, los citados 5.409.
El motivo del crecimiento es que el sistema que utilizan para entrar en nuestro país,
en la inmensa mayoría de los casos con pasaportes falsificados, se ha demostrado eficaz y no conlleva los riesgos que supone utilizar vías marítimas.
Frente a las mafias de la inmigración que actúan en Libia y otros países de la zona, en Marruecos existe un auténtico mercado de documentaciones falsas que, tras una estancia de no demasiados días en un hostal de Nador, cuyas habitaciones abarrotan familias enteras, se consiguen tras el pago de cantidades que fluctúan en función de la demanda. De los 500 euros que se pagaban en su momento se ha llegado a los 3.000, aunque la cifra media es de unos 1.500.
El procedimiento demuestra el control que las mafias marroquíes tienen sobre este tráfico de seres humanos. Los pasaportes, sirios o marroquíes una vez atravesada la frontera, son devueltos al 'contacto' marroquí, que no tardará en vendérselos (más bien alquilárselos) a otros sirios.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com