(4-III-2002)
Jesús: Porque Yo ya sólo espero de ellos una mínima conversión para venir a darme completamente, sólo espero una mirada fugaz, un arrepentimiento sincero aunque sólo sea un segundo. ¡Hijos, sólo os pido un segundo de arrepentimiento! ¿Podréis decirme que no me lo daréis? Y decidme si al mirar estos Ojos no podréis descubrir en ellos tanto amor como os tienen a vosotros, oh hijos de la perdición arrebatados de su Casa. Arrepentíos y volveos a mí. Simplemente, miradme: ¿No veis los ojos del perdón, los Ojos del Padre verdadero, Auténtico, que sólo buscó el bien para su hijo y que está deseando y añorando todos los días su vuelta a la Casa Paterna?