(4-XII-1999)
Santa María: Empuñad mi Rosario como defensa para desbancar a vuestros enemigos. Sabed que la mayoría de los hombres me desprecian cuando bajo hacia ellos y me arrojan la inmundicia de sus odios, blasfemias e ingratitudes. Confesaos. Estad siempre blancos como la nieve. Y esperad en este Estado el día feliz de vuestra llegada al Cielo.