(19-III-2004)
Jesús: Sí hija, es cierto eso que tú intuyes estos días: es la Iglesia la que pondrá la marca en la frente y en la mano. Es la Iglesia, la dispensadora de alimentos y la única que se presentará como la única salvación del hombre. Pero es la falsa Iglesia. No dones y virtudes del excelso Espíritu Santo. No Jesucristo, Dios y Hombre verdadero. No María Santísima, su Madre. ¡Ni Rosario ni Eucaristía! Reunión fraterna, plegarias falsas. Atención a los pobres y necesitados. Sí, y sólo si piensan como ellos: "Ponte esta señal en la frente y te dispensaremos los alimentos. Únete a nosotros, abandona ritos ancestrales. ¿No sabes que la Iglesia ha cambiado? Libérate y no te llenes de hijos, sobre todo en esta época de carestía". No es mi Iglesia. Esta es mi verdadera Iglesia: vosotros. No tiene templo físico pero está en vosotros. Vosotros sois su verdadero y único templo.