Es la tercera vez en los últimos meses en que la justicia belga deniega una petición de entrega cursada a través de una Euroorden girada por España, país miembro de pleno derecho de la Unión Europea y democracia incuestionable para nadie. La última, esta semana producida por un juez de Gante rechazando la extradición del rapero Josep Arenas conocido como Valtònyc, cuya condena de tres años y medio de cárcel fue confirmada por la Sala II del Tribunal Supremo por injurias a la Corona, enaltecimiento del terrorismo y amenazas. El rechazo argumentado en la no existencia de la doble incriminación vuelve a evidenciar la fragilidad del concepto de justicia europea aplicable al conjunto de sus Estados miembros. El rapero en cuestión escribió unas canciones que publicó en Internet cuyo contenido no dejó de ser para el Tribunal Supremo español inequívocas expresiones de reconocimiento y apoyo a organizaciones terroristas, calumnias e injurias a la Corona, y amenazas de muerte al político mallorquín Jorge Campos. El Juez belga, con su rechazo a la extradición, entra en el fondo del asunto invadiendo competencias que no le son propias y cuestiona la validez de un asunto juzgado y sentenciado por el más alto Tribunal de nuestro país. Ante esta nueva actuación de la justicia belga, no podemos más que deducir que nos hemos encontrado con un tipo de paraíso nuevo, el “paraíso penal belga”, al que aconsejamos se vayan todos los vagos, corruptos, golpistas, maleantes, delincuentes de cuello blanco etc, etc... de España. De esa forma no serán extraditados y vivirán en un verdadero paraíso y nos evitarán incurrir en gastos de enjuiciamiento en España.
Nos hemos encontrado con un tipo de paraíso nuevo, el “paraíso penal belga”
Como ya he dicho en reiteradas ocasiones, estos hechos, unidos a la falta de unión política, económica, militar, fiscal y de un Gobierno y de una Constitución europea, están haciendo que el proyecto europeo esté prácticamente estancado y que el euroescepticismo aflore, con extraordinario y preocupante éxito, por todos los rincones del continente. Estamos descubriendo, a base de “recibir estos palos” que estamos más ante una “asociación de Estados” que ante un proyecto verdaderamente unitario. En el que legisla un parlamento que no es otra cosa que un cementerio de elefantes de políticos amortizados en sus países de origen motivados por una futura jugosa jubilación económica. Y cuya misión es fundamentalmente hacer lobby para todo de tipo de intereses, unos transparentes y otros inconfesables.
Los líderes europeos, igual que los de cada país de la Unión, no están a la altura de las circunstancias, ni están dirigiendo el proceso de construcción de Europa. Nada que ver con los Jean Monnet, Konrad Adenauer, Robert Schuman, Alcide de Gasperi, F.Miterrand, Helmunt Kohl , Jaques Delors o Felipe González.
Seamos pues patriotas europeos. Es la única manera de evitar los «exit»
Ante esta situación muchos creen que hay que ir al exit (Esxit, para referirnos a España). Cada vez somos menos los que seguimos creyendo en continuar avanzando en una mayor integración política, económica y cultural de manera rápida, aunque sea con una UE a dos velocidades. Los obstáculos para la construcción europea son muchos, como se ha reseñado, a los que hay que añadir los nacionalismos y las lenguas que no existieron en la formación de los EEUU. Como dijo Johannes Rau, presidente de la República Federal Alemana: “El patriotismo solo puede florecer allí donde no se da cuartel ni al racismo ni al nacionalismo.”
Seamos pues patriotas europeos. Es la única manera de evitar los “exit”, los caducos y peligrosos nacionalismos y los “Estados paternalistas”. Rediseñemos la UE cediéndole el máximo de soberanía, combatamos los populismos que tanto daño hacen a la democracia, y acabemos con la construcción del edificio de la integración política europea. Y así estaremos preparados para una Constitución Europea ya.
Como dice Enrique Linde: “Europa sigue siendo un territorio de esperanza. El territorio en que es posible que los seres humanos den pasos decisivos empujando las fronteras del conocimiento y la libertad.”