No es el pecado, sino la falta de confianza en Cristo, lo que impide la conversión
Jesús (9-XII-2011): El Espíritu Santo viene a todos los corazones. No es el pecado lo que le cierra las puertas, es la falta de confianza. La falta de confianza en mi misericordia. ¿Qué se puede decir y es más correcto: que vosotros me coméis, me asimiláis o que yo os asimilo a vosotros? El Todo en la Eucaristía, asimilará a la nada. Este es un tiempo donde abunda el pecado y, sin embargo, donde abunda la gracia.