Pecado contra el Espíritu: cuando el alma se cierra ante Dios, ni Dios mismo puede hacer nada
Jesús (17-V-2009): Reza para que no os desesperéis al ver vuestra alma a los ojos de Dios. ¡Menos mal que existe mi amor y mi misericordia! Si no, ninguno podría resistir. Yo necesito tu sufrimiento. Gracias hija, por donármelo para la salvación del mundo. Tanto enfado conmigo. Tanto enfado con su Dios y su Dios no puede pasar. Ese es el pecado contra el Espíritu Santo: la cerrazón ante Dios. Ante la cual, Yo no puedo hacer nada.