Dios jamás se acuerda de un pecado arrepentido. Pero necesita el arrepentimiento del hombre
Jesús (23-III-2010): Si no se arrepienten, lo que ocurre es que yo no les puedo abrazar, no me dejan abrazarles, me rechazan, rehúsan mi Amor y mi abrazo de Padre, de Padre bueno. Jamás me vuelvo a acordar de un pecado arrepentido. Tú tendrás ocasión de verlo, cuando llegue el final de tus días, y ves cómo, de la película de tu vida, borra todos tus pecados arrepentidos. Y con cuantas más lágrimas, más borrados.