En un barrio de clase alta se producen una serie de crímenes que tienen una coincidencia: las víctimas poseían uno de los grabados originales de Goya. Serán dos inspectoras de policía las encargadas de encontrar a un asesino, que no deja pistas, y que reproduce en sus crímenes las escenas de los caprichos de Goya
Al director, e importante productor español Gerardo Herrero, le apasiona el género del thriller y, evidentemente, suspense y arte “casan bien” en la gran pantalla. Pero, si analizamos su filmografía, también apuesta por explicar la psicología de sus personajes, de ahí que la diferente personalidad de las dos mujeres policías tiene mucho peso en la trama; una es muy temeraria y ha sacrificado su vida personal por su profesión, mientras que la otra, más precavida, ha logrado conciliar y crear una familia feliz. Sin duda, la guionista Angela Armero ha jugado con la baza de moda de dar protagonismo a las mujeres porque, en el caso del personaje que encarna Maribel Verdú, podría haber sido perfectamente un varón sin que hubiera pasado nada en el desarrollo de la historia. De hecho, este personaje promiscuo (sobra alguna escena sexual en la película), amargado, bebedor y fumador son “clichés” que suelen acompañar a los detectives del cine negro)
En todo caso, la película resulta entretenida porque el ritmo narrativo se mantiene bien aunque el final se precipita abruptamente.
Para: los que les guste el cine negro.