Musical que, al igual que la película homónima de 1984, de Steven Spielberg El color púrpura, adapta al cine una novela de Alice Walker, que había obtenido el Premio Pulitzer en 1983 y había sido ya estrenado en Broadway en 2005. Ahora “el rey Midas de Hollywood” ejerce de productor, junto a su buen amigo Quincy Jones, además de Scott Sanders y la todopoderosa presentadora Oprah Winfrey.
Sur de Estados Unidos a principios del siglo XX. Celie, que quiere muchísimo a su hermana Nettie, es una joven de gran corazón y sedienta de cariño quien, desde su infancia, sólo ha recibido violencia de los hombres; primero de su padre, con el que tras sus violaciones ha tenido dos hijos, y del hombre que ejerce de esposo, que se autodenomina “Señor”. Solo gracias a la amistad y la solidaridad de otras mujeres, que saben apreciar de Celie su generosidad y su bondad, será capaz de escapar de esa infame situación.
Aunque hay mínimas diferencias argumentales con respecto a la película original, los capítulos más violentos y sórdidos están algo más suavizados en este musical pero siguen presentes en el relato. Como era previsible, lo mejor de este nuevo acercamiento son sus coreografías y su magnífico reparto femenino con las voces auténticamente maravillosas de Fantasia Barrino, Taraji P. Henson y Danielle Brooks. La interpretación de esas canciones y la mezcla de ritmos de gospel, jazz y blues merece la pena. Igualmente la joven actriz Halle Bailey, quien se ha hecho popular por su personaje de acción real en La sirenita, interpreta una canción original en este film: “Keep it movin'”
La película muy feminista en su planteamiento, tiene también una mirada afroamericana al denunciar el racismo y el colonialismo. Pero en este melodrama, en los que los varones se llevan la peor parte al ser mostrados como abusivos y violentos, también hay hueco para el perdón, la posibilidad de rectificar y las segundas oportunidades.
Para: los que les gustó la película El color púrpura