La desaparición de una chica adolescente, en un pueblo perdido de los Alpes italianos, hace saltar todo tipo de alarmas. Así arranca el thriller que traslada a imágenes un best seller homónimo del periodista y criminólogo Donato Carrisi, que ha abordado también, en este film, las facetas de guionista y director. Se da la circunstancia de que, desde hace años, Carrisi es el escritor italiano con más libros vendidos en su país de este tipo de relatos.
Como cabía esperar, dada la autoría del film, la película es muy fiel al texto literario, incluso en los diálogos, y logra intrigar desde el comienzo aportando sospechas sobre cualquier miembro de la comunidad. Aunque el personaje fundamental de esta historia es Vogel, el prepotente inspector que conduce la investigación, interpretado impecablemente por el actor italiano Toni Servillo (La gran belleza). Las imágenes conducen al espectador de un escenario a otro, de un individuo misterioso a otro que lo es todavía más. A destacar la reflexión sobre los personajes mediáticos que no pueden vivir sin estar en el foco de la noticia (algo que le ocurre a Vogel), pero también la denuncia de los medios de comunicación capaces de frivolizar y buscar audiencia con algo tan trágico como la desaparición de un menor.
La chica en la niebla posee un argumento que atrapa a pesar de que, al igual que ocurre en otros thrillers, introduce alguna trampa en su desarrollo, pero ese no es su problema, más bien que durante el relato se dispersa demasiado, en su arranque incidiendo en la comunidad religiosa a la que pertenece la desaparecida, fanáticos según el detective (a los que denuncia con argumentos bastante discutibles). Mientras que en su desenlace se hace menos comprensible, más farragoso, cuando demuestra que el mal existe, muchas veces más cerca de lo que imaginamos.
Para: Los que les gusten los thrillers oscuros