Eduardo y su cuñado, apodado Sabonis, están arruinados, a punto de perder la bodega de sus mujeres debido a una mafiosa empresaria que les engañó y no les ha pagado. Totalmente desesperados por la situación deciden secuestrar a la mano derecha de esa tipa, a Modesto, que resulta ser el cuñado de la empresaria. Sin embargo, es el propio Modesto quien urde un plan para conseguir el dinero que no les abonó.
El disparatado plan de secuestro parece inspirado, por la “chapuza” en la ejecución, en la gamberra Fargo, de los hermanos Coen, pero, lógicamente, con una patina “local”, mucho más amable. Tanto es así que la divertida leyenda de la película “con denominación de origen” hace claramente alusión a que hablamos de un producto tan español como el vino pero, dando un paso más, a que se trata de una comedia gallega por los cuatro costados. Porque esta cinta nos acerca al Ribeiro pero, sobre todo, a uno de sus alimentos clave: el pulpo. Así, los malvados, que son claros estereotipos, son responsables de uno de los males que aquejan a esa comunidad del norte de España: el estraperlo
Simpática comedia de enredo, primera película del director Toño López. Para la misma ha fichado a los intérpretes más populares de esa tierra. En esta su opera prima ha estado respaldado por la productora gallega Portocarbo (responsable de la serie televisiva Hierro) y, de hecho, la guionista de ésta, Araceli Gonda, es también responsable de la historia de Cuñados, que se beneficia de haberse rodado en bellos parajes de Ourense. La comicidad de la película la han conseguido gracias a la buena descripción de lo que se entiende por “cuñados” de parentesco y personalidad. El trío protagonista, donde se palpa complicidad, está bien defendido por Xosé A. Touriñán, Miguel de Lira y Federico Pérez Rey. Ellos interpretan a unos “perdedores” que, sin embargo, provocan la simpatía.
Ideal para pasar un buen rato.
Para: los que les guste el humor español... cuando es amable y simpático.